Si eres una famosa estrella del deporte, cantante, bailarín o actor, ten cuidado. Una nueva investigación publicada en QJM: un International Journal of Medicine ayuda a confirmar un estereotipo sobre la fama que se ha mantenido durante mucho tiempo, y muestra que el precio por hacerla grande en las carreras relacionadas con el rendimiento puede ser una vida más corta.
Para llegar a este hallazgo mórbido, los investigadores analizaron los obituarios del New York Times . Llegar a los obits del Times, razonaron, indica cierto grado de éxito profesional y celebridad. Los investigadores tomaron muestras de 1, 000 avisos consecutivos publicados entre 2009 y 2011 y documentaron el sexo, la edad, la ocupación y la causa de muerte de cada persona. Las categorías de ocupación se dividieron en cuatro grandes grupos: desempeño y actividades relacionadas con el deporte; creatividades no interpretativas (como escritores y artistas visuales); carreras comerciales, militares y políticas; y ocupaciones profesionales, académicas y religiosas.
Los hombres dominaron los titulares del obituario, descubrieron, aproximadamente por un factor de cuatro. Las edades más jóvenes tendían a estar conectadas con artistas, atletas y creativos, mientras que las personas mayores generalmente caían en las categorías profesionales o comerciales.
Afinando la causa de la muerte, los investigadores descubrieron que las muertes tempranas a menudo eran causadas por accidentes o enfermedades como el VIH y algunos tipos de cáncer. Específicamente, el cáncer de pulmón tiende a matar a las personas con carreras basadas en el desempeño aproximadamente cinco veces más frecuentemente que aquellas con trabajos profesionales o académicos. Los autores piensan que esto probablemente apunta a un estilo de vida joven, muy duro, de fumar crónico y otras opciones poco saludables.
En una declaración sobre el estudio, el coautor Richard Epstein resumió la importancia de los hallazgos:
Un análisis retrospectivo único como este no puede probar nada, pero plantea algunas preguntas interesantes. Primero, si es cierto que los artistas exitosos y los deportistas tienden a disfrutar de vidas más cortas, ¿esto implica que la fama a edades más tempranas predispone a comportamientos de mala salud en la vida posterior después de que el éxito se haya desvanecido? ¿O que las presiones psicológicas y familiares que favorecen los logros públicos inusualmente altos conducen a tendencias autodestructivas a lo largo de la vida? ¿O que los rasgos de personalidad que toman riesgos maximizan las posibilidades de éxito, con el uso de cigarrillos, alcohol o drogas ilícitas que mejoran la producción de rendimiento a corto plazo? Cualquiera de estas hipótesis podría verse como una advertencia de salud para los jóvenes que aspiran a convertirse en estrellas.
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