Un sismógrafo en Hawai registró las ondas sísmicas del terremoto de Japón en 2011. Foto: Joe Parks
Muchos teléfonos celulares nuevos están repletos de una variedad de sensores (una brújula, un giroscopio, un sensor GPS y un acelerómetro) que ayudan al teléfono a determinar dónde está y hacia dónde apunta, una bendición cuando se usa el mapeo u otra ubicación aplicaciones.
Pero el potencial envuelto en estos dispositivos bien equipados, conectados y cada vez más ubicuos parece estar cayendo, ya que todo lo que realmente tendemos a usar estos detectores de alta tecnología es conducir en círculos en juegos de carreras o registrarnos en otro Starbucks. en Foursquare.
El estudiante graduado de la Universidad de California, Berkeley, Qingkai Kong, quiere poner estos sensores, en particular, el acelerómetro, para usarlos mejor, dice Jonathan Amos para la BBC, al convertir el detector de movimiento tridimensional de su teléfono inteligente en un pequeño sistema de detección de ondas sísmicas.
Hasta ahora, la idea del sismómetro del teléfono celular todavía está en pañales. Pero, los investigadores han logrado detectar terremotos simulados equivalentes a un evento de magnitud 5.0 en el laboratorio. Esperan que la sensibilidad mejore a medida que los acelerómetros de los teléfonos celulares mejoren.
Sin embargo, hay algunos problemas obvios que podrían obstaculizar el uso de una red sísmica de este tipo basada en el teléfono. Por un lado, aislar el temblor debido al terremoto del temblor debido a casi todo lo que su teléfono podría pasar sería prácticamente imposible.
El equipo cree que también puede resolver este problema, y ha desarrollado un algoritmo que restará el "ruido" humano en los datos.
"El algoritmo de reconocimiento de patrones ve actividades humanas típicas como caminar, correr y conducir, y utilizamos esa información para desconectar esas actividades de la señal del terremoto", dijo Kong.
La otra forma potencial de evitar esto podría ser tener miles, o cientos de miles, de teléfonos celulares trabajando juntos, de modo que la señal constante del terremoto se pueda sacar de todo el ruido.
A partir de todos estos datos, dice Amos, "una red sísmica de teléfonos inteligentes tiene el potencial de alimentar directamente el sistema de alerta temprana", tal vez dando a las personas esos pocos segundos preciosos para prepararse.
El proyecto recuerda a otra red de detección propuesta, donde los investigadores buscaron utilizar sistemas GPS a bordo para rastrear el paso de una ola de tsunami, lo que podría agregar horas a los tiempos de alerta temprana.
Más de Smithsonian.com:
100 años de terremotos en un magnífico mapa
¿Los animales del zoológico anticiparon el terremoto de agosto en la costa este?