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Una ballena llamada fénix

Una ballena hembra llamada Phoenix, de casi 50 pies de largo, será el punto focal de un nuevo Ocean Hall de última generación en el Museo Nacional de Historia Natural del Smithsonian (NMNH). Cuando se inaugure en septiembre de 2008, la sala de 23, 000 pies cuadrados será el espacio de exhibición más grande del museo. Esa prominencia está bien justificada, especialmente ahora al comienzo de este siglo crucial. A menudo escuchamos que el océano cubre el 71 por ciento de la superficie terrestre y que constituye el 97 por ciento del espacio vital disponible en el planeta. Mencionado con menos frecuencia, pero más significativo, es el importante papel que juega el océano en nuestras vidas. Esa verdad, aunque abstracta y difícil de cuantificar, será el mensaje principal del Ocean Hall, que presentará el océano como un sistema global vasto, diverso, antiguo, en constante cambio y en gran parte inexplorado.

Además de ser una vista asombrosa, Phoenix proporciona la metáfora perfecta para muchos de los temas de la sala. Ella ilustra la relación frágil pero duradera entre las personas y el océano. Y destaca la forma en que interactúan todos los organismos en el océano, ya que alberga una bulliciosa comunidad de criaturas, algunas de las cuales viven en su piel, haciendo autostop a través del agua.

Phoenix fue vista por primera vez en la costa de Georgia en 1987 cuando era una cría recién nacida. Desde entonces, los científicos han estado rastreando y estudiando sus migraciones, aprendiendo, por ejemplo, que varias veces ha viajado desde la costa de Georgia / Florida hasta la Bahía de Fundy en Canadá. Phoenix, que tuvo dos crías propias, en 1996 y 2003, recibió su nombre por su extraordinaria habilidad para recuperarse de un accidente que pone en peligro la vida: enredarse y lastimarse severamente con una red de pesca en agosto de 1997. Partes de la red permanecieron unida a ella durante casi dos años, y aunque hoy nada sin restos, las cicatrices permanentes en el labio y la cola dan fe de la terrible experiencia.

En NMNH, Phoenix estará representado por un modelo, pero no solo por un modelo de museo ordinario que representa a una ballena franca adulta genérica adulta (uno de los animales más grandes y en peligro de extinción del planeta). En cambio, este modelo es una representación a escala real y científicamente precisa de un individuo vivo. Por ejemplo, duplica las callosidades reveladoras que aparecen a lo largo de la cabeza de Phoenix. Estos parches de piel gruesos y costrosos son tan únicos para las ballenas como las huellas digitales para nosotros, y los patrones distintivos que forman ayudan a los científicos a distinguir una ballena de otra. Incluso las cicatrices de Phoenix son visibles en el modelo, que se suspenderá del techo del Ocean Hall, lo que permite a los visitantes caminar debajo de él, así como verlo desde un balcón de segundo nivel.

El equipo de desarrollo de exposiciones de Ocean Hall y la administración de NMNH se dedican a mantener el salón actualizado con la investigación científica actual y en curso. Al confiar en los científicos del Smithsonian y de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), el Acuario de Nueva Inglaterra, la NASA y otras organizaciones externas, las exhibiciones de exhibición y las actividades interactivas mostrarán todo, desde los patrones climáticos actuales hasta las alimentaciones en tiempo real de la investigación. vasos

Este ambicioso proyecto no hubiera sido posible sin el respaldo bipartidista del Congreso, la recaudación de fondos de fuentes privadas y, lo más importante, la colaboración científica, educativa y financiera con NOAA. En las próximas décadas, la investigación oceánica, la educación y la conservación serán cada vez más urgentes. Como resultado, el bienestar ambiental del océano debe involucrar al público, a los científicos y a los encargados de formular políticas por igual, a nivel local, nacional e internacional. El NMNH se enorgullece de desempeñar un papel de liderazgo al dar a la investigación oceánica y la conciencia del océano la prioridad que merecen. Phoenix y todos sus semejantes en la tierra dependen de ello.

Una ballena llamada fénix