Un nuevo informe publicado en Global Change Biology identifica 66 especies invasoras que podrían significar problemas para la vida vegetal y animal nativa de la Unión Europea.
Como Stephanie Parker escribe para Science News, el estudio, dirigido por investigadores del Centro de Ecología e Hidrología de Inglaterra (CEH), es más un índice de amenaza potencial que una evaluación de riesgo actual: ninguna de las especies incluidas en la lista se ha visto en la UE, excepto en cautiverio, pero según las proyecciones del equipo, todos podrían llegar al continente en la próxima década, listos para causar estragos en los ecosistemas locales existentes.
La encuesta exhaustiva involucró a 43 científicos europeos, Megan Shersby, de Discover Wildlife, y descubrió que los investigadores evaluaban 329 especies exóticas a través de una técnica conocida como "exploración del horizonte". Según un comunicado de prensa de CEH, este método de clasificación permitió al equipo determinar qué especies "Es más probable que llegue, se establezca, se propague y tenga un impacto en la biodiversidad de la región" en los próximos 10 años.
De los posibles invasores, se consideró que 66 especies representaban amenazas significativas. Ocho se consideraron de muy alto riesgo, mientras que 40 eran de alto riesgo y 18 de riesgo medio.
La cabeza de serpiente del norte, una serpiente china que ha devastado las especies de peces nativas de Japón, se ganó la distinción inoportuna de las especies invasoras de mayor riesgo. Completando los cinco primeros están el mejillón dorado, otra especie asiática nativa que ha interferido con las redes alimentarias de agua dulce en los Estados Unidos y América del Sur; el cangrejo oxidado, una especie nativa de los EE. UU. que supera a otros peces en Canadá; el bagre rayado de la anguila, una especie venenosa del Océano Índico que ahora altera las criaturas nativas del Mediterráneo; y algas verdes, un llamado "ingeniero de ecosistemas" capaz de alterar la estructura y funcionalidad de los biomas.
Las últimas tres especies de muy alto riesgo son el caracol zapatilla de ónice, una criatura nativa de California y México que ahora se considera "altamente invasiva" en toda Asia; el mejillón rayado negro, una especie de Panamá que desembarcó en el Océano Indo-Pacífico durante la década de 1900; y la ardilla zorro norteamericana, que compite por los recursos con las ardillas grises y Douglas occidentales.
Como explican los científicos en el estudio, la mayor proporción de especies invasoras potenciales se origina en Asia, América del Norte y América del Sur. Se pronostica que las regiones mediterránea, continental, macaronesia y atlántica serán las más afectadas, mientras que las regiones báltica, del mar Negro y boreal enfrentan el nivel de amenaza más bajo.
Shersby de Discover Wildlife agrega que el análisis del equipo sugiere que los invertebrados terrestres tienen más probabilidades de viajar a la UE a través de plantas, mientras que se espera que las especies acuáticas se escapen en los barcos. También es posible, Parker escribe para Science News, que las especies puedan escapar de los zoológicos o laboratorios de investigación y llegar a la naturaleza.
Según la Federación Nacional de Vida Silvestre, las especies invasoras incluyen todos los organismos vivos introducidos en ecosistemas no nativos donde pueden afectar negativamente el medio ambiente, la economía o la salud humana. Típicamente diseminadas, aunque sin darse cuenta, por la actividad humana, las especies invasoras son más dañinas cuando se multiplican rápidamente, superando y abrumando la vida salvaje existente.
Abundan los ejemplos de las consecuencias negativas de las especies invasoras: como señala EnvironmentalScience.org, 50 castores canadienses introducidos en el archipiélago de Tierra del Fuego de América del Sur en 1946 se han multiplicado hasta cientos de miles de criaturas roedores, diezmando los bosques una vez abundantes de la región. Al regresar a América del Norte, las pitones birmanas liberadas en los Everglades por exóticos dueños de mascotas se han aprovechado de las poblaciones locales de mamíferos y aves de la región, matando animales tan variados como ciervos y caimanes.
"Prevenir la llegada de especies exóticas invasoras es la forma más efectiva de controlar las invasiones", concluye en un comunicado la autora principal del estudio, Helen Roy, de CEH. "Predecir qué especies es probable que lleguen y sobrevivan en nuevas regiones implica considerar muchos factores ecológicos y socioeconómicos que interactúan, incluido el clima, pero también patrones de comercio".