Hace unos 60 millones de años, nuestros antepasados de primates descubrieron que ver una serpiente significaba problemas, un descubrimiento que tenía grandes implicaciones para nuestra trayectoria evolutiva. Una nueva investigación muestra que, junto con nuestros parientes de monos, nuestra visión superior probablemente esté directamente relacionada con la amenaza de serpientes deslizantes, informa NPR.
En las pruebas de laboratorio, los investigadores utilizaron electrodos implantados para controlar los cerebros de los monos, ya que a los primates se les mostraron imágenes de serpientes mezcladas con otras imágenes de objetos aleatorios. Cuando los monos vieron a las serpientes, las neuronas en la región del cerebro responsables de la visión parecían especialmente sensibles. Compartimos esta misma fisiología con monos y chimpancés, por lo que presumiblemente los hallazgos también deberían aplicarse a los humanos. La visión de una serpiente, dicen los investigadores, desencadena una respuesta de retroceso innata y evolucionada, incluso antes de que nuestros cerebros tengan tiempo de registrar conscientemente "¡serpiente!"
"Estamos encontrando resultados consistentes con la idea de que las serpientes han ejercido una fuerte presión selectiva sobre los primates", dijeron los investigadores en un comunicado. Las observaciones de la naturaleza parecen apoyar este punto. Los monos y chimpancés que viven en hábitats más llenos de serpientes tienen una visión excelente, señala NPR, mientras que los lémures que viven en Madagascar sin serpientes tienen, con mucho, la especie de primates más pobre.
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