El pulpo mímico ( Thaumoctopus mimicus ) tiene algunas formas interesantes de evitar ser comido. Las rayas marrones y blancas en sus brazos se asemejan al patrón de las serpientes marinas venenosas y al color del pez león espinoso. Y puede variar su forma y posición para parecerse a una variedad de diferentes criaturas submarinas. Por ejemplo, cuando el pulpo nada, puede colocar todos sus brazos largos detrás de su cuerpo y hacerse pasar por un pez plano tóxico, como una suela de cebra. Estas no son personificaciones perfectas, pero pueden asustar a un depredador lo suficiente como para que el pulpo tenga tiempo de huir.
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En un nuevo estudio en el Biological Journal of the Linnean Society, los biólogos examinaron las secuencias de ADN del pulpo mímico y 35 de sus parientes para crear un árbol genealógico y determinar cuándo evolucionaron cada uno de los rasgos distintivos de la mímica. Descubrieron que el pulpo comenzó a nadar como un pez plano al mismo tiempo que desarrollaba brazos muy largos. Los patrones conspicuos del cuerpo llegaron después.
Sin embargo, es posible que esa coloración no sea todo mimetismo. El pulpo mímico no se descubrió hasta 1998, por lo que los científicos aún están aprendiendo características básicas. El patrón brillante puede ser una advertencia de que el pulpo no es sabroso, aunque no se ha confirmado que sea desagradable para el pescado o cualquier otra persona. Sin embargo, los científicos han presenciado al menos un caso en el que una platija escupe una mímica después de intentar comerla.
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