Durante el fin de semana, el gobierno de Kenia anunció que tiene la intención de cerrar dos campamentos de refugiados cerca de su frontera con Somalia, uno de los cuales es el campamento de refugiados más grande del mundo con más de 300, 000 habitantes.
La secretaria principal del ministerio del interior, Karanja Kibicho, escribe:
En estas circunstancias, el Gobierno de la República de Kenia, habiendo tenido en cuenta sus intereses de seguridad nacional, ha decidido que el alojamiento de refugiados ha llegado a su fin.
El Gobierno de Kenia reconoce que la decisión tendrá efectos adversos en la vida de los refugiados y, por lo tanto, la comunidad internacional debe asumir la responsabilidad colectiva de las necesidades humanitarias que surgirán de esta acción.
Tanto los campamentos de Kakuma como de Dadaab albergan principalmente refugiados de Somalia, donde la inestabilidad del gobierno, los disturbios civiles y la insurgencia islamista han desestabilizado al país durante décadas. Según Gregory Warner de NPR, el más grande de los dos, el campamento de Dadaab ha existido durante 24 años, y se asemeja a una ciudad pequeña frente a un campamento lleno de tiendas de campaña.
Los campamentos han estado en el punto de corte antes, y a menudo son objetivos políticos después de los ataques terroristas. En 2013, después de que el grupo militante somalí al-Shabab atacó el Westgate Mall de Nairobi, matando a 67 personas e hiriendo a más de 175, miembros del parlamento pidieron que Dadaab cerrara. En abril de 2015, después de que al-Shabab atacó a la Universidad de Garissa y mató a 147 personas, el Ministro del Interior de Kenia acusó al personal de la ONU en el campamento de ayudar a los terroristas y el gobierno redujo las raciones de comida a los refugiados y anunció el cierre de los campos.
El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, evitó el cierre el año pasado, pero esta vez la amenaza parece más inminente. Aunque el gobierno de Kenia no ha publicado una línea de tiempo o un plan para disolver Dadaab y Kakuma, Peter Yeung en The Independent informa que ya ha disuelto su departamento de asuntos de refugiados.
"Esta decisión imprudente del gobierno de Kenia es una renuncia a su deber de proteger a los vulnerables y pondrá en riesgo miles de vidas", dice en un comunicado Muthoni Wanyeki, director regional de Amnistía Internacional en África Oriental. “Podría conducir al retorno involuntario de miles de refugiados a Somalia y otros países de origen, donde sus vidas aún pueden estar en peligro. Esto sería una violación de las obligaciones de Kenia en virtud del derecho internacional ".
Desde 2012, un gobierno respaldado internacionalmente ha mejorado la estabilidad en Somalia, pero los señores de la guerra y los militantes islamistas aún afectan al país. Merrit Kennedy en NPR informa que hubo una palpable sensación de tristeza en Dadaab después del anuncio del gobierno.
"La gente llama a este lugar un campo de refugiados, pero yo lo llamo hogar, porque aquí es donde crecí y donde aprendí todo", le dice a Kennedy Nadifa Abdullahi, de 23 años. “Ves cuando caminas por las calles ayer y hoy, es como si la gente estuviera muy triste. Y diciéndose el uno al otro, '¿A dónde vamos? Cuando el gobierno de Kenia nos dijo que fuéramos, no sabemos a dónde ir. ¿Qué vamos a hacer?'"