Mucho después de la muerte de los dinosaurios, pero mucho antes de la aparición de los humanos en la tierra, los continentes de América del Norte y del Sur estaban separados por un mar profundo. Debajo de las olas, gigantescos bloques de la corteza terrestre chocan entre sí. Esta violencia engendró una cadena de volcanes. Finalmente, las islas rompieron la superficie del agua y en poco tiempo se formó un puente terrestre para conectar los continentes.
Para un grupo de científicos que trabajan en el Instituto de Investigación Tropical del Smithsonian (STRI), ubicado en Panamá, la secuencia de eventos que rodean el surgimiento del istmo es una historia dinámica de las maravillas físicas de la tierra. "Estamos viendo el surgimiento del istmo", dice el subdirector de STRI, Tony Coates, "como quizás el evento de historia natural más importante desde la muerte de los dinosaurios". Puso en marcha una cadena de eventos de magnitud global, desviando las corrientes oceánicas, catalizando las edades de hielo y alterando profundamente el clima de Europa.
Los geólogos, paleontólogos, ecologistas, botánicos y antropólogos de STRI están revelando un mundo formado por eventos violentos y catastróficos, todos interdependientes. "Ya no se puede pensar en el mundo marcado por el orden y la precisión", dice un investigador. "Cuanto más aprendemos, más lo encontramos caótico, impredecible y complejo".