En la breve historia del arte computacional, el profesor Charles Csuri de la Universidad Estatal de Ohio puede ser lo más cercano, en esta nueva forma de arte, a un Viejo Maestro.
En 1964, cuando Csuri decidió convertir la computadora en una herramienta de artista, la computadora que se enfrentaba a él era una gran computadora central que requería la entrada de sus datos a través de tarjetas perforadas. Tenía que convertirse en programador para hablar con él. Hasta años recientes, no estaba haciendo ningún arte, excepto en su mente; Estaba desarrollando los programas que necesitaba para hacer el arte que imaginaba.
Aunque ahora hay algunos programas de pintura potentes que permiten a los artistas dibujar en una tableta sensible al tacto y ver su trabajo aparecer en la pantalla mientras la computadora ofrece una selección de pinceladas y colores, Csuri renuncia en gran medida a esta interacción más directa con la computadora. En cambio, continúa escribiendo en los arcanos jerga de lenguajes de computadora, guiones, códigos y selecciones de menú, usando una computadora sofisticada que le permite esculpir imágenes en tres dimensiones, ponerlas en movimiento y alterarlas de una manera que a menudo difumina las distinciones entre efectos especiales y art. Sin embargo, señala Csuri, "a pesar de que tenemos toda esta tecnología maravillosa, aún necesita tener una sensibilidad estética, necesita un sentido de cultura e historia (para que la imagen funcione como arte). Eso no ha cambiado".