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¿Por qué una aldea tanzana persiguió a seis elefantes por un acantilado?

El comercio ilegal de vida silvestre con frecuencia es noticia en estos días, pero no es el único peligro potencial para los animales grandes. Animales como elefantes o tigres también pueden ser asesinados por lugareños que no tienen interés en la caza furtiva de las partes del cuerpo de esas especies. En cambio, tales asesinatos a menudo surgen de represalias por una redada de cultivos o un ataque de ganado.

En 2009, se produjo una represalia particularmente atroz en el monte Kilimanjaro, en Tanzania. Un grupo de aldeanos atacó una manada de elefantes, matando a media docena de animales. Los investigadores relataron recientemente el incidente: "Una gran multitud de aldeanos rodeó una manada de elefantes y los persiguió, con la ayuda de antorchas, motocicletas, fuego y ruido, hacia un acantilado, matando a seis de ellos". Si bien este evento destaca por la gran cantidad de animales muertos, el equipo agrega que "también nos enteramos de varios otros incidentes en los que los elefantes fueron golpeados o encontrados muertos sin indicios de caza furtiva de marfil".

Entonces, ¿por qué los aldeanos hacían esto? Los investigadores, un equipo de Noruega, se propusieron averiguarlo entrevistando a unos 60 lugareños y preguntándoles sobre su interpretación de la situación.

El resentimiento más reportado hacia los elefantes debido a las frecuentes redadas de cultivos; Los documentos del gobierno confirmaron que un número significativo de cultivos habían sido dañados o destruidos por elefantes en el pasado reciente. Los elefantes también destruyeron a veces las tuberías de agua.

En el momento en que los aldeanos tomaron represalias, la región también estaba experimentando una sequía, lo que hizo que tanto los elefantes como las personas estuvieran más desesperados por cosechas viables y fuentes dependientes de agua. El gobierno, sin embargo, proporcionó poca o ninguna ayuda, según los entrevistados. Finalmente, los aldeanos llegaron a su punto de ruptura. Como uno dijo a los investigadores: "Nos enfurecimos mucho y dijimos que el gobierno eligiera personas o elefantes. Nuestra aldea no es un corredor de vida silvestre".

Los aldeanos, concluyó el equipo, se sintieron "marginados y sin poder por las prácticas de conservación" y vieron la violencia como su única opción para tomar el control de la situación. Este estudio de caso, aunque extremo, no está aislado, señala el equipo. La implementación de la conservación sin tener en cuenta a las comunidades locales falla tanto a los animales que intenta proteger como a las personas que tienen que vivir con ellos, concluyen los investigadores.

¿Por qué una aldea tanzana persiguió a seis elefantes por un acantilado?