Los investigadores han estado fascinados por mucho tiempo con las balsas de hormigas. Estas esteras flotantes se forman durante tormentas de lluvia e inundaciones y están compuestas por miles de insectos individuales. Los científicos han descubierto que las balsas vivas poseen sus propias propiedades materiales únicas, mostrando flotabilidad y comportándose, alternativamente, como un sólido y como un líquido. Sin embargo, la forma en que las hormigas logran crear tales obras maestras de ingeniería sigue siendo en gran medida desconocida.
Ahora, los investigadores han descubierto un secreto arquitectónico detrás de las balsas de hormigas. Resulta que las hormigas se aferran entre sí usando las seis patas: una sola hormiga puede tener hasta 20 patas de sus camaradas agarrando su cuerpo. Los investigadores del Instituto de Tecnología de Georgia descubrieron que el 99 por ciento de las patas de las hormigas están agarrando a otra hormiga, lo que significa que "no hay cargadores libres" cuando se trata de enganchar en las balsas, dijeron en un comunicado.
Los científicos no descubrieron este truco antes porque es extremadamente difícil mirar dentro de esas densas bolas de insectos. Para solucionar este problema, el equipo primero creó una serie de balsas de hormigas haciendo girar 110 insectos en un vaso lleno de agua. Después de que se formaron las balsas, los investigadores las congelaron con nitrógeno líquido y usaron súper pegamento para asegurarse de que las hormigas permanecieran en su lugar. Las tomografías computarizadas permitieron a los investigadores examinar cómo se relacionaban los componentes individuales de las balsas.
Ed Yong explica los hallazgos de National Geographic :
No solo pegan sus almohadillas a lo más cercano que pueden encontrar; Por lo general, se adhieren a las piernas y pies de sus vecinos, en lugar de a sus cuerpos. Estas conexiones permiten a las hormigas cambiar la forma de sus estructuras doblando o estirando sus patas. Eso explica por qué las estructuras son tan elásticas y por qué pueden absorber las fuerzas entrantes de manera más efectiva.
Las conexiones de pie a pie también sugieren que las hormigas controlan activamente la naturaleza de sus bolas. El equipo encontró otras pistas de este tipo. Por ejemplo, una bola de hormigas vivas está menos densamente compactada que una bola de hormigas muertas, lo que implica que están alejando activamente a sus vecinos. Esto presumiblemente ayuda a crear bolsas de aire que mantienen a flote las balsas.
Si bien la construcción de las balsas no implica inteligencia, el equipo le dijo a Yong que la naturaleza de esas bolas resulta ser mucho más compleja de lo que esperaban los científicos.