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¿Fueron los antiguos humanos construidos para el boxeo?

Si bien los antropólogos y los biólogos evolucionistas son bastante buenos para descubrir cómo y cuándo evolucionaron los humanos, descubrir por qué somos como somos es mucho más difícil e implica asumir un poco sobre lo que era importante en la vida de nuestros ancestros ancestrales. Sin embargo, el biólogo de la Universidad de Utah, David Carrier, ha tenido una idea prometedora: cree que la violencia intraespecífica (un hombre que lucha contra otro) fue un importante impulsor de la evolución humana.

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Durante los últimos años, Carrier ha estado investigando las formas en que los cuerpos de homínidos pueden haber cambiado para mejorar nuestras habilidades de combate. En su último trabajo, dice la BBC, Carrier sugiere que los rostros de los primeros antepasados ​​humanos evolucionaron para ser mejores para dar golpes. Los hombres, piensa Carrier, desarrollaron músculos mandibulares más fuertes y huesos más grandes para ayudar a evitar golpes.

Esta idea en realidad comienza con manos humanas. No mucho después de que nuestros antepasados ​​descendieron de los árboles, sus manos comenzaron a cambiar de forma y, en 2012, Carrier y su colega Michael Morgan publicaron investigaciones que sugieren que esos cambios ayudaron a los antepasados ​​humanos a dar un golpe de gracia. El estudio fue controvertido dentro de los círculos antropológicos, dice Wired UK, y muchos científicos no estaban convencidos de que las manos humanas evolucionaran para golpear.

Pero, si crees que las manos evolucionaron para golpear, entonces el próximo proyecto de la pareja ciertamente tiene sentido. En su último artículo, Carrier y Morgan argumentan que, en los antepasados ​​humanos, la propensión de los hombres al boxeo a puñetazos desencadenó una carrera armamentista evolutiva entre sus manos y sus caras, que, en un ataque de puñetazos, son objetivos atractivos.

Los huesos faciales con más probabilidades de romperse durante una pelea hoy en día también son los que parecen mostrar el mayor fortalecimiento evolutivo en los ancestros humanos, dice la BBC:

Las estructuras de la mandíbula, las mejillas, los ojos y la nariz que más comúnmente sufren en las peleas de puños modernas también fueron las más protegidas por los cambios evolutivos observados en los australopiths.

Además, estos son los huesos que muestran la mayor diferencia entre hombres y mujeres, así como entre nuestros antepasados ​​masculinos y femeninos. Así es como esperarías que evolucionara la armadura defensiva, señala el profesor Carrier.

"En los humanos y en los grandes simios en general ... son los hombres los que tienen más probabilidades de entrar en peleas, y también los hombres que tienen más probabilidades de lesionarse", dijo a BBC News.

Como Kadhim Shubber para Wired UK señala, la investigación anterior sobre la evolución de la mano fue controvertida. Dado que esta nueva línea de investigación surge de la misma hipótesis, que las peleas a puñetazos fueron un importante impulsor de la evolución humana, muchas de esas mismas críticas se trasladarán al nuevo trabajo.

¿Fueron los antiguos humanos construidos para el boxeo?