El taller de Mark Tilden no se parece a nada en el Laboratorio Nacional de Los Alamos, en lo alto de una mesa al noroeste de Santa Fe, Nuevo México. El escritor Paul Trachtman cruzó el umbral del laboratorio de Tilden, en busca de los robots que podrían habitar nuestro futuro, dispositivos mecánicos que algún día podrían estar colonizando Marte o la Luna.
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Utilizando planos de un texto medieval llamado "El libro de dispositivos ingeniosos", los expertos recrean uno de los primeros robots del mundo.Video: Cómo construir un robot antiguo
Tilden se llama a sí mismo "robobiólogo", y observando el ingenio, la independencia y el verdadero valor con el que se mueven sus bichos en el mundo, es fácil ver por qué los llama "máquinas vivientes". Lo primero que Tilden quiere que sepas es que sus robots no tienen nada que ver con las computadoras. Son dispositivos puramente analógicos, construidos a partir de un puñado de componentes de tuercas y tornillos que puedes comprar en RadioShack (resistencias, condensadores, transistores) pero conectados entre sí en patrones complejos que los hacen notables.
Sin embargo, las partes comunes, el aspecto de baja tecnología y la aparente simplicidad de las pequeñas máquinas de Tilden son engañosas. Tilden está construyendo robots (bautizados con nombres como Unibug, Snakebot y Spyder) que pueden caminar, gatear o dar vueltas en entornos complejos, resolver problemas y sobrevivir a cualquier cantidad de condiciones que su diseñador nunca les enseñó.