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Un orangután aprendió a sonar como nosotros

Ella habla. Ella hace clic. Ella pronuncia vocales y consonantes reconocibles. Y como Tilda, una orangután, se parece mucho a nosotros, podría contarnos mucho sobre el vínculo evolutivo entre los grandes simios y los humanos.

Los científicos se han preguntado durante mucho tiempo por qué los simios no pueden producir los patrones de habla ya dominados por los monos. Como informa el Washington Post, la incapacidad de los simios para ir más allá de gruñidos involuntarios representa una brecha evolutiva de mono a humano en la escala de 25 millones de años.

Pero, en un zoológico alemán, Tilda el orangután no solo produce los gruñidos de un gran simio. Es capaz de producir sonidos mucho más humanos. Cuando abre y cierra los labios, sus llamadas comienzan a tomar el sonido de vocales y consonantes humanas. Y aunque su logro puede parecer escaso para los humanos que ya dominan el lenguaje, es algo que los científicos nunca han observado en otro simio.

Tilda también puede aprender nuevos sonidos y usarlos para hacer cosas como pedir comida, un logro aún más importante que hacer sonidos al azar. Esto desafía la suposición anterior de los científicos de que los grandes simios simplemente no podían aprender nuevas llamadas; ese déficit contrastaba fuertemente con la constante adquisición del lenguaje de los humanos. "Los nuevos hallazgos cambian todo esto", dijo el director del estudio, Adriano Lameira, en un comunicado. "Ahora podemos ver similitudes fundamentales [entre el orangután y el habla humana]".

El gran avance de Tilda es un punto de partida para los investigadores. Armados con el conocimiento de que un orangután puede y modificó sus llamadas para sonar como humanos, los científicos ahora pueden profundizar en los posibles vínculos entre los humanos y nuestros parientes más cercanos. Además, investigaciones recientes mostraron que el habla humana puede haber evolucionado para ayudar al hombre primitivo a crear y usar herramientas. Si más orangutanes desarrollan habilidades de habla similares a las de los humanos, ¿quién sabe qué se enseñarán?

Un orangután aprendió a sonar como nosotros