El Océano Ártico se está derritiendo y se están abriendo grandes reservas de petróleo, gas y minerales sin explotar. Durante los últimos años, Canadá y Rusia han tratado de reclamar la región como propia. No queriendo irse con las manos vacías, Dinamarca ahora se ha metido en la pelea, dice Associated Press.
En el meollo del debate sobre la propiedad del Ártico se encuentra un parche de fondo marino conocido como la Cordillera de Lomonosov, una franja de corteza continental que se extiende a lo largo del fondo del mar justo en dirección al Polo Norte geográfico.
Para hacer sus reclamos por el Polo Norte, Rusia y Canadá, y ahora Dinamarca, están tratando de demostrar que la Cordillera de Lomonosov es una extensión de su corteza continental, una conexión que, según la Convención del Derecho del Mar de las Naciones Unidas, darles reclamo legal a la región.
En su caso, presentado al grupo de las Naciones Unidas que maneja el debate, Dinamarca argumenta que Groenlandia está conectada a la Cordillera de Lomonosov. Según la BBC, el nuevo reclamo danés tallaría grandes porciones de los reclamos de Rusia y Canadá sobre el fondo marino del Ártico, así como reclamar el marcador geopolítico del Polo Norte.