En las áridas praderas del sur de África, una característica misteriosa salpica el paisaje. Parches circulares de regiones de virutas de tierra desnuda en Namibia, Angola y Sudáfrica. A veces, las hierbas más altas tocan los parches desnudos, que pueden tener de 7 a 49 pies de diámetro. Los humanos los conocen desde hace siglos: la BBC informa que los bosquimanos locales, los Himba, cuentan historias sobre los círculos, que son huellas de los dioses o que un dragón que vive bajo tierra ha arrasado la vegetación de la tierra. Pero nadie sabe qué los causa. Los investigadores los llaman círculos de hadas.
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Muchas ideas sobre los círculos han estado flotando. Las termitas que mastican las raíces de las plantas, los hongos, la intoxicación por plantas nativas tóxicas, la contaminación por radiación e incluso las avestruces que se bañan en polvo han sido culpadas en un punto y luego exoneradas. En un esfuerzo por llegar a la causa, los investigadores simplemente intentan describir los patrones.
Uno de esos esfuerzos descubrió una comparación extraña: los anillos de hadas forman patrones que son inquietantemente similares a los patrones de crecimiento de las células de la piel. Investigadores del Instituto de Ciencia y Tecnología de Okinawa en Japón encontraron recientemente la similitud. "Es un partido completamente sorprendente y extraño", dice Robert Sinclair, quien dirige la Unidad de Biología Matemática en OIST, en un comunicado de prensa.
Ahora, esto no significa que hayamos descubierto la piel de una criatura gigante que duerme debajo de la tierra. Simplemente sugiere que hay algún tipo de competencia por el espacio entre los círculos que es similar a la de las células de la piel. La declaración explica los hallazgos, publicados en Ecological Complexity, con más detalle:
Círculos de hadas en el desierto de Namibia (izquierda) y células microscópicas de la piel (derecha) por Laura Petersen / OISTTomaron imágenes satelitales de círculos de hadas, y una computadora dibujó líneas a medio camino entre cada par de círculos para designar límites invisibles, muy parecidos a las paredes celulares. Luego, la computadora contó cuántos vecinos rodean cada círculo de hadas. Otros investigadores habían calculado vecinos de células de la piel hace varios años.
Los resultados fueron casi idénticos. Tanto la mayoría de los círculos de hadas como la mayoría de las células tienen seis vecinos. Pero la similitud se vuelve aún más específica: el porcentaje de círculos de hadas con cuatro, cinco, seis, siete, ocho y nueve vecinos es esencialmente el mismo que las células de la piel.
"No esperaba que estuviera tan cerca", dijo Sinclair. "Pasamos mucho tiempo comprobando porque realmente parecía demasiado cerca de creer".
Otra evidencia parece sugerir que los círculos de hadas involucran algún tipo de proceso de crecimiento, quizás biológico: son redondos, comienzan pequeños y se hacen más grandes.
Además de señalar una comparación extraña para el patrón, los investigadores de OIST tienen una aplicación más práctica para sus hallazgos. Escriben que su trabajo muestra que los análisis matemáticos y los patrones utilizados para describir el mundo microscópico también pueden aplicarse al mundo macroscópico. En el futuro, dicha información podría usarse para observar las superficies de otros mundos y deducir si los procesos geológicos o biológicos son patrones de grabado en la superficie de los planetas.
El nuevo trabajo puede haber agregado una pista para descubrir qué causa los círculos de hadas, pero parece que pasará algún tiempo antes de que podamos asegurarlo. Solo una cosa es razonablemente segura: no son causados por duendes o elfos de ningún tipo, a pesar del apodo que les hemos dado.