En una película de espías, el protagonista o el villano, que se cuela en una instalación segura, puede engañar a un escáner ocular para que lo deje pasar por una puerta cerrada. Pero en Japón, la exploración del iris con sonido distópico ahora se está utilizando para fines más peatonales: para pagar un nuevo par de calcetines o el último manga.
Un nuevo teléfono, lanzado este mes por el gigante japonés de telecomunicaciones NTT Docomo, viene con tecnología de reconocimiento de iris. El teléfono Arrows NX F-04G de Fujitsu permite a los usuarios desbloquear sitios web y acceder a la información almacenada usando solo sus ojos, escaneados por la cámara frontal del teléfono. Esto significa que los usuarios pueden almacenar la información de la tarjeta de crédito y luego pagar las compras en línea simplemente mirando la pantalla.
Con 55, 728 yenes japoneses (alrededor de $ 450), Arrows es el primer teléfono comercialmente disponible en usar esta tecnología. El escaneo de iris no es nuevo, pero la tecnología ha sido prohibitiva durante mucho tiempo. El escáner de iris Arrows cumple con los estándares establecidos por FIDO (Fast IDentity Online) Alliance, un consorcio de la industria dedicado a desarrollar especificaciones técnicas para la autenticación en línea sin contraseña. FIDO ofrece un protocolo que las empresas pueden seguir para asegurarse de que su tecnología pueda interactuar con otros. Los miembros incluyen Google, PayPal, Mastercard y Visa.
El teléfono Arrows es otro ejemplo de la práctica cada vez más común de identificación biométrica, el uso de rasgos físicos y marcadores para identificar a una persona, para fines del consumidor. Estos rasgos y marcadores incluyen huellas digitales, patrones vocales, marcha, distancia entre rasgos faciales, patrones de iris y más. Los datos biométricos se consideran métodos de identificación más seguros que las contraseñas o las identificaciones con fotografía, ya que son difíciles (aunque no imposibles) de falsificar.
La biometría se ha utilizado durante mucho tiempo en medicina forense, desde huellas dactilares hasta análisis de voz y el nuevo servicio de reconocimiento facial del FBI. Más recientemente, se han incorporado a productos como teléfonos celulares, algunos de los cuales se pueden desbloquear con la voz del propietario y cerraduras de puertas activadas por huellas digitales. Facebook y muchos servicios para compartir fotos, como Picasa, utilizan datos biométricos para identificar caras automáticamente.
La última frontera en biometría parece ser los pagos móviles. Apple Pay, que funciona con Apple Watches y el iPhone 6, permite al usuario pagar las compras en la tienda sosteniendo su teléfono cerca de un sensor con un dedo en el lector de huellas digitales del teléfono.
A pesar de su creciente ubicuidad, muchos sospechan de la biometría, especialmente cuando se trata de dar datos a empresas que quieren su dinero. Las empresas ya almacenan enormes cantidades de datos de clientes, desde la edad de sus hijos hasta sus afecciones médicas y su marca favorita de condones. ¿Queremos dar a las empresas el poder de identificarnos inmediatamente al entrar a una tienda? Algunas tiendas de lujo ya usan software de reconocimiento facial para identificar a los clientes famosos cuando entran.
A principios de este año, el gigante del comercio electrónico chino Alibaba anunció que eventualmente permitiría a los usuarios pagar las compras en sus teléfonos inteligentes escaneando sus rostros. La tecnología, llamada "Smile to Pay", todavía está en desarrollo.
Si la tecnología como el teléfono Arrows llega a los Estados Unidos, ¿la conveniencia finalmente triunfará sobre la sospecha? Las tecnologías anteriores destinadas a reemplazar la billetera y la tarjeta de crédito antiguas han tenido problemas. La muy apreciada aplicación Square Wallet, que permitía a los clientes usar la información almacenada de la tarjeta de crédito y una identificación con foto almacenada para pagar en una tienda simplemente diciendo su nombre al cajero, se estrelló en 2014. Combine la inquietud de los clientes con las aplicaciones de pago y su incomodidad con biométrica, y tiene una venta potencialmente difícil.
Pero Brett McDowell, director ejecutivo de la Alianza FIDO, cree que los estadounidenses se adaptarán a la tecnología como Arrows después de haber sido educados sobre cómo funciona.
"Una vez que los consumidores entiendan que es seguro y lo prueben por primera vez, es probable que se enamoren de la tecnología porque es muy simple y hace que sus tareas diarias sean más fáciles de completar y más rápidas que nunca", dice. .