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Huevos y dinosaurios enigmáticos

Los alvarezsaurios son misterios del Cretácico. Estos pequeños dinosaurios, un subgrupo emplumado de celurosaurios, tenían mandíbulas largas tachonadas con dientes pequeños, y sus brazos eran apéndices cortos y robustos que algunos investigadores suponen que se usaron para desgarrar hormigueros o termiteros. Pero nadie lo sabe a ciencia cierta. Entendemos muy poco acerca de la biología de estos dinosaurios, pero incluso mientras nos preguntamos sobre su historia natural, se están encontrando géneros más desconocidos anteriormente. El último es Bonapartenykus ultimus del Cretácico Tardío de la Patagonia, y lo que hace que este dinosaurio sea tan especial es lo que se encontró con sus huesos.

Los paleontólogos Federico Agnolin, Jaime Powell, Fernando Novas y Martin Kundrát describen el nuevo dinosaurio en un artículo de investigación del Cretáceo en prensa. El alvarezsaur no estaba en buena forma cuando los investigadores lo encontraron. Mientras que algunos de los huesos, particularmente los de la pierna, estaban cerca de su articulación original, Bonapartenykus está representado por un conjunto incompleto de huesos parcialmente dañados, sin un cráneo. En la vida, se estima que el dinosaurio tenía aproximadamente ocho pies y medio de largo. (Las características sutiles de la vértebra preservada, la cintura escapular y las caderas son las que llevaron a Agnolin y sus coautores a identificar a este animal como un alvarezsaurio a pesar de la escasez de huesos). Pero también había algo más. Al lado de los huesos estaban los restos maltratados de al menos dos huevos de dinosaurio. ¿Podrían ser pruebas fósiles de un Bonapartenykus que estaba protegiendo su nido?

Determinar quién puso esos huevos es una tarea difícil. No se ha encontrado evidencia de embriones dentro del huevo, por lo que no podemos estar completamente seguros de qué tipo de dinosaurio estaba creciendo dentro. La estrecha asociación entre los fósiles es la principal línea de evidencia de que los huevos pueden ser atribuibles a Bonapartenykus . Esta es la hipótesis favorecida por Agnolin y sus coautores, pero dudan de que el sitio pequeño represente el cuidado parental. No hay evidencia de un nido. En cambio, los científicos sugieren que los dos huevos pueden haber estado dentro del dinosaurio cuando murió, una hipótesis basada en el descubrimiento anterior de un oviraptorosaurio de China con un par de huevos conservados donde habría estado el canal de nacimiento del dinosaurio. Cuando el alvarezsaur pereció, los huevos pueden haberse caído del cuerpo y conservarse con los huesos.

Sin embargo, me pregunto si podría haber explicaciones alternativas. El hecho de que los fósiles se encuentren juntos no significa necesariamente que los organismos que representan esos fósiles interactúen en la vida. Hacer conexiones entre los organismos encontrados en el mismo sitio requiere una comprensión detallada de la tafonomía, lo que les sucedió a esos organismos desde el momento de la muerte hasta el descubrimiento. En este caso, los huesos de Bonapartenykus están dispersos y mal conservados, y los huevos también se rompieron parcialmente. ¿El animal simplemente se desmoronó, como parecen sugerir los autores, o los huesos y los huevos se unieron a través del agua? Quizás el cuerpo de Bonapartenykus fue transportado por un flujo de agua hasta la ubicación de los huevos, se desmoronó después de que el agua retrocedió y luego fue enterrado nuevamente. Esto es un poco de especulación del sillón de mi parte, y la hipótesis propuesta por Agnolin y sus coautores es razonable, pero necesitamos una comprensión detallada de cómo se formó este pequeño bolsillo fósil si queremos entender la relación entre los huevos y los huesos. Los detalles geológicos y tafonómicos del sitio fósil son importantes para enmarcar la hipótesis sobre lo que sucedió hace millones de años. Es posible que tengamos que esperar a fósiles más intrincadamente preservados para estar seguros. Un Bonapartenykus preservado en un nido, o una dinosaurio hembra con huevos preservados dentro de sus caderas, funcionaría bien.

Referencias

Agnolin, F., Powell, J., Novas, F. y Kundrát, M. (2011). Nuevo alvárezsaurid (Dinosauria, Theropoda) del Cretáceo superior del noroeste de la Patagonia con huevos asociados Cretáceo Investigación DOI: 10.1016 / j.cretres.2011.11.014

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