En noviembre, el zoólogo dirigirá una expedición en busca de uno de los últimos grandes "monstruos" del mar, el calamar gigante. Aunque estos primos del pulpo han sido encontrados muertos en las redes de pescadores, nadie ha visto a uno vivo en su entorno natural, a 500 brazas. Eso es lo que Roper pretende hacer.
Dado su tamaño, la criatura debería ser difícil de perder. Crece hasta 60 pies (casi el doble que un autobús escolar) y tiene ojos tan grandes como tapacubos. Además de sus ocho brazos, tiene dos tentáculos largos que terminan en palos con forma de ventosas, que ataca para capturar presas. ¿Qué pasa si uno de estos gigantes ataca el sumergible con frente de burbuja de Roper mientras está en él? "¿No sería genial verlo?" exclama, y agrega que se comunicará por radio con la nave nodriza: "Oye, tenemos un amigo a bordo".