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A medida que las relaciones entre Estados Unidos y Cuba se calientan, este autor muerto hace mucho tiempo se beneficia

Cuando Ernest Hemingway vivía cerca de La Habana, Cuba, escribió, vino e ingenio en una casa llamada Finca Vigía. Pero aunque el lugar donde escribió Por quién doblan las campanas y El viejo y el mar ocupa un lugar legendario en la historia literaria, ha caído en mal estado. Hasta ahora, es decir: como informa Associated Press, la normalización de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba está impulsando un movimiento para salvar el escondite cubano de Big Papa.

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Hemingway vivió de vez en cuando en Cuba durante décadas. La casa está escondida en San Francisco de Paula, un pueblo a unos 10 kilómetros al este de La Habana. Honestamente se llama así: "la casa de vigilancia" es una villa espaciosa con muchas vistas a la isla. Fue comprado por el autor en 1940 cuando decidió que quería vivir y escribir allí. Lo hizo de vez en cuando, desarrollando una estrecha relación con los locales en el proceso. Incluso recibió su Premio Nobel de Literatura en la casa, luego donó la medalla al pueblo cubano.

En Finca Vigía, Hemingway escribió de pie junto a su máquina de escribir. Crió gatos y gallos de pelea y bebió innumerables botellas de whisky. "Vivo en Cuba porque amo a Cuba", le dijo a Robert Manning, el editor ejecutivo de The Atlantic, cuando Manning lo visitó en Cuba en 1954.

Cuba ama a Hemingway, hasta el día de hoy, los isleños están muy orgullosos de la conexión cubana del gigante literario. Pero el gobierno cubano, que se hizo cargo de Finca Vigía después del suicidio de Hemingway en 1961, no mantuvo la propiedad. A pesar de que la viuda de Hemingway pudo traer artículos personales seleccionados junto con 200 libras de documentos de la casa después de su muerte y entregó libremente la propiedad al pueblo cubano, el museo que se estableció inmediatamente en la casa languideció. Como explica Associated Press, el gobierno descuidó la propiedad a pesar de que contenía innumerables artefactos e incluso decenas de miles de cartas, libros con anotaciones escritas a mano y fotos. La casa incluso fue catalogada como uno de los 10 lugares históricos más amenazados de América por el National Trust for Historic Preservation.

En los últimos 12 años, un esfuerzo internacional concertado (que incluye los trabajos de expertos como el experto en mejoras para el hogar Bob Vila en la propia casa) ha dado forma a la casa misma, y ​​la Fundación Finca ha comenzado a preservar y digitalizar los artefactos raros de Hemingway Dejado atrás. Ahora que Cuba se ha abierto nuevamente a los Estados Unidos, informa la AP, los contenedores de envío llenos de materiales de conservación y construcción han llegado a la finca y se están utilizando para crear una nueva instalación de conservación.

Puede que papá se haya ido, pero no se le ha olvidado, y tal vez el esfuerzo coordinado para salvar la casa que amaba ayudará a que otros hitos cubanos abandonados algún día tengan su merecido.

A medida que las relaciones entre Estados Unidos y Cuba se calientan, este autor muerto hace mucho tiempo se beneficia