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Los funcionarios descubren qué estaba haciendo que Louisville apesta

Las quejas de un extraño olor comenzaron a inundar la agencia de control de la contaminación del aire de Louisville. Gran parte de la ciudad, dijeron los lugareños, estaba clasificada con un olor a humedad y moho que nadie podía explicar de inmediato. Las teorías iban desde el lodo de alcantarillado hasta la contaminación industrial, pero, como resultado, la respuesta estaba bajo los pies de todos.

El Distrito de Control de Contaminación del Aire del Metro de Louisville anunció que el culpable del olor extraño es muy probablemente un químico que ocurre naturalmente en el suelo, llamado geosmina. El compuesto orgánico está formado por microorganismos, incluida la familia de bacterias Streptomyces, responsables de la mayoría de nuestros antibióticos. Y además de asustar a los kentuckianos, la geosmina es en gran parte responsable del sabor terroso que se obtiene de la remolacha y de hacer que la tierra huela a, bueno, a tierra.

La nariz humana puede recoger geosmina incluso en concentraciones muy pequeñas, tan bajas como 0.7 partes por billón. Y así, incluso cuando solo hay un poco de la sustancia química, da a conocer su presencia con un olor a tierra y húmedo. Algunos científicos han teorizado que los humanos desarrollaron sensibilidad al olor como una forma de ayudarnos a identificar fuentes de agua, ya que el hedor de la geosmina puede amplificarse en condiciones húmedas.

Y eso es lo que parece haber sucedido en Louisville. El área recientemente experimentó nieve y lluvia, lo que condujo a una ciudad húmeda y fangosa. El portavoz del Distrito de Control de la Contaminación, Tom Nord, dijo que el olor natural de la geosmina fue "exacerbado" por estas condiciones.

Aunque no se han realizado pruebas para probar definitivamente el producto químico como la fuente maloliente, el departamento de tratamiento de agua de Louisville se ha encontrado con el hedor antes y señaló la geosmina como la causa. En condiciones secas, una portavoz dijo a una fuente de noticias que el químico puede hacer que el agua potable huela y sepa raro. Pero la geosmina no plantea ningún problema de salud en el aire o el líquido, por lo que, además de su sensibilidad olfativa, los residentes de Louisville deben estar seguros.

Tal vez puedan consolarse al saber que están lejos de ser la única ciudad que se enfrenta a un funk aparentemente inexplicable. Los problemas apestosos repentinos son en realidad relativamente comunes, y los informes sobre ellos pueden ser cada vez más frecuentes gracias a la capacidad de las redes sociales para conectar a quienes se preguntan quién es el culpable de cierto olor.

Tomemos, por ejemplo, el extraño olor a orina de gato que plagó una ciudad en el oeste de Pensilvania en noviembre pasado. Las autoridades dijeron que el hedor no era tóxico, pero requirieron pruebas para descubrir la causa. Y no olvidemos los "eventos de jarabe de arce" que azotaron la ciudad de Nueva York en 2005, 2006 y 2009. Después de mucha especulación sobre la causa, los funcionarios finalmente aclararon la fuente: una fábrica de fragancias en Nueva Jersey que usaba las semillas de un trébol planta llamada fenogreco. Si solo cada evento maloliente hiciera que nuestras casas olieran a alguien haciendo gofres.

Los funcionarios descubren qué estaba haciendo que Louisville apesta