La noción de un poder nefasto que de alguna manera dicta lo que los individuos dicen y hacen al manipular sus cerebros es, por el momento al menos, todavía ficticio. Pero hay un tipo de control mental menos diabólico y es muy real, ya que Mick Ebeling está feliz de mostrarte.
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En su laboratorio de Venice, California, está desarrollando un dispositivo que permitirá a las personas discapacitadas escribir con sus mentes, sin necesidad de pinceladas o pulsaciones de teclas. Llamado Brainwriter, combina nuevos auriculares de bajo costo que monitorean la actividad eléctrica del cerebro con tecnología de seguimiento ocular y software de código abierto. Al pensar en una sola idea o palabra, una persona puede ordenarle al cursor de una computadora que ingrese al modo de escritura, el equivalente a poner un bolígrafo en papel. Luego, a medida que los ojos se mueven, el cursor traza su camino en la pantalla.
"Me gusta ver cosas que se supone que no se deben hacer, que se hagan", dice Ebeling, cofundador de la compañía que suena esperanzada, Not Impossible. Él no es ingeniero, es productor de cine y televisión, por lo que recluta expertos técnicos para ayudarlo a resolver problemas del mundo real. "Ayuda a uno, ayuda a muchos" es uno de sus mantras. Por ejemplo, Ebeling y su equipo de brazos protésicos impresos en 3D para amputados en Sudán del Sur, comenzando con un adolescente llamado Daniel.
Brainwriter se inspiró en un artista de graffiti de Los Ángeles llamado Tony Quan (nombre de etiqueta Tempt One), que padece esclerosis lateral amiotrófica y ya no tiene control sobre sus músculos. Al principio, Ebeling y su equipo diseñaron un dispositivo con anteojos de plástico, un perchero y una cámara PlayStation 3 pirateada. "Steve Jobs se revolcaría en su tumba si viera nuestras cosas", dice Ebeling. En esta versión, Quan parpadeó para ingresar al modo de escritura y seleccionar sus herramientas de dibujo. Pero a medida que su condición empeoraba, ya no podía controlar el dispositivo con sus parpadeos.
Entonces, el siguiente paso fue aprovechar las ondas cerebrales, monitoreadas mediante electroencefalograma. Un cerebro enfocado produce un patrón de EEG particular, que el software de la computadora reconoce y procesa de la misma manera que procesa el clic de un mouse. Aún en la fase de prueba, Brainwriter brindará a los pacientes con parálisis una nueva forma de comunicarse, más eficiente que el método actual de deletrear palabras letra por letra. En iteraciones posteriores, podría adaptarse para personas sin control sobre sus movimientos oculares. "Mick dirá descarada y descaradamente que nuestra solución no es la última palabra", dice David Putrino (izquierda), un neurocientífico que trabaja con Not Impossible. "Nuestra solución es una lección de que se puede hacer".
Ebeling predice que algún día pronto tecnologías similares no solo ayudarán a las personas con discapacidad, sino que también mejorarán la forma en que todos se comunican. Las gorras de béisbol ordinarias con sensores EEG se venderán en el centro comercial. No necesariamente compondrá un soneto con ellos, pero podrá realizar acciones simples, como hacer una reserva para cenar. Mientras otros desarrolladores piratean el cerebro para hacer que un robot de juguete camine o controle un videojuego, Ebeling se esfuerza por una tecnología más parecida al teléfono. "Solo poder transmitir información", dice, "es enorme".