Nuestras observaciones del mundo natural parecen indicar que el agua y el fuego son enemigos jurados. Apagar incendios, por ejemplo, generalmente significa mojarlo con agua. ¡Excepto por incendios de grasa! Mientras tanto, es el calor lo que hace que el agua se evapore. Entonces, es comprensible por qué la mera existencia de un soplete que usa agua para crear una llama abrasadora podría sacudir un poco nuestras jaulas mentales.
SafeFlame, una colaboración respaldada por la Unión Europea entre varias compañías tecnológicas europeas, fue diseñada como una alternativa portátil a las antorchas convencionales a base de acetileno que se han convertido en equipos estándar para soldadores en todo el mundo. El dispositivo se basa en lo que se llama un sistema electrolizador. Se vierte agua en la unidad del electrolizador, donde se usa electricidad para separar las moléculas de hidrógeno y oxígeno del líquido, luego se mezclan y se encienden para producir un tipo de llama que un informe de Euronews describe como "más limpio", creando solo agua como un subproducto.
La tecnología no es nada nuevo. Técnicamente llamado antorcha de gas oxigenado, estos dispositivos también se han referido más comúnmente a lo largo de los años como una "antorcha de agua". De hecho, la Henes Manufacturing Company vendió una de las primeras versiones conocidas como el "Soldador de agua". 1969. Sin embargo, a medida que otras tecnologías como la soldadura a base de acetileno y la soldadura por arco demostraron ser más rentables y obtuvieron una mayor adopción por parte de soldadores profesionales, las antorchas de oxihidrógeno fueron relegadas a nichos más pequeños, como soldar vidrio y plásticos.
Los investigadores detrás de SafeFlame demostraron recientemente su último prototipo en el programa de televisión Euronews Futuris para mostrar que la tecnología ya desvanecida no solo es segura, sino también lo suficientemente práctica para aplicaciones industriales pesadas como la soldadura fuerte, un proceso similar a la soldadura, excepto que solo Uno de los metales (el relleno) está fundido. Una de las principales ventajas de SafeFlame es que la llama solo se genera fuera de la antorcha, lo que hace que el equipo se enfríe al tacto. Y a diferencia de los sistemas de acetileno y propano, el agua no necesita almacenarse en botellas presurizadas, que son peligros inflamables que esperan suceder.
Nick Ludford, un científico de materiales con el socio colaborador TWI, predice que, con el tiempo, la tecnología podría ser 20 veces más barata que la que se usa actualmente, ya que eliminaría los gastos de almacenamiento, seguro y tener que transportar las botellas. De hecho, gran parte del trabajo del equipo implicó abordar aspectos que hicieron que las antorchas de oxihidrógeno fueran tan costosas, principalmente el alto precio de ciertos componentes vitales para llevar a cabo el proceso.
Por ejemplo, Andrew Ellis, un tecnólogo de investigación con el socio ITM Power, dijo a Euronews que el equipo llevó a cabo una investigación exhaustiva sobre cómo reducir la cantidad necesaria de platino, un catalizador costoso utilizado en la electrólisis, para que los sistemas de electrolizadores puedan producirse en masa en Una forma asequible.
Según el informe, los investigadores esperan que SafeFlame esté disponible "en un futuro próximo", pero por ahora continuarán probando su prototipo de electrolizador con la ayuda de soldadores en el Reino Unido.