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Estas olas oceánicas parecen esculturas líquidas

© Pierre Carreau

"Me siento como un cazador de momentos perfectos", dice Pierre Carreau. La mayoría de los días, en una ventana de 20 minutos cuando la iluminación es la correcta, el fotógrafo está en la playa cerca de su casa en la isla caribeña de St. Barth disparando olas que se encrespan.

Carreau es surfista y kitesurfer, pero cuando está conectado a tierra y detrás de una cámara, su "momento perfecto" no es el instante en que su ojo se conecta con una ola que se puede montar. Como fotógrafo, está interesado en lo que los surfistas pasarían. Está hipnotizado por las olas rompientes, el resultado físico del viento que agita la superficie del agua y la fricción que hace que las crestas se derramen sobre la orilla, y quiere congelarlas y compartirlas con los sin litoral. "Mi objetivo es centrarme en las formas de onda que crean una paradoja de poder y fragilidad", dice.

© Pierre Carreau

Nacido en una familia de artistas en Francia, Carreau se desvió del curso al estudiar negocios y seguir una carrera en Tecnología de la Información. Sin embargo, su vocación, descubrió, era la fotografía, y finalmente saltó del barco para perseguirla. Sus primeros conciertos comerciales fueron para revistas y marcas de equipos relacionados con los deportes acuáticos. Su propia afinidad con el océano lo inspiró a él y a su familia, en 2004, a mudarse permanentemente a St. Barth en las Antillas francesas.

© Pierre Carreau

Hace un año, Carreau comenzó "AquaViva", su estudio fotográfico de las olas del océano. Hoy, la serie consta de unas 30 imágenes de rompedores besados ​​por el sol. Uno de los mayores desafíos para tomar fotos es lograr enmarcar sus composiciones y enfocarse al mismo tiempo. "Las olas son tan rápidas y la profundidad de campo es tan corta que tengo que tomar decisiones muy rápidas, muy instintivas", explica. Carreau usa el modo de manejo continuo en su cámara para capturar varios cuadros por segundo. "Necesito tomar miles de fotografías para realmente obtener la joya que estoy buscando", dice.

© Pierre Carreau

El fotógrafo se pone lírico sobre las olas. "Es como una historia escrita por el viento en las profundidades del mar y puedes leerla cuando llega el oleaje a la orilla", dice. Él los llama "esculturas líquidas" de la naturaleza y dice "al congelar las olas les doy la eternidad".

© Pierre Carreau

Carreau quiere que sus fotografías estimulen un intercambio de energía, desde las olas hasta sus espectadores. "Me gusta el hecho de que esta energía viene de lejos para ser revelada en nuestras playas", dice.

Estas olas oceánicas parecen esculturas líquidas