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Hay una nueva raza de botulismo, y no tenemos cura para ello

En una muestra bacteriana fecal extraída de un bebé enfermo de botulismo, los investigadores en California descubrieron algo desconcertante: una nueva cepa de toxina botulínica. Esta es la primera cepa nueva de la toxina encontrada en más de cuarenta años, y el descubrimiento, dice el microbiólogo David Relman en un editorial que acompañó la investigación que describe la nueva toxina, plantea un grave riesgo para la salud.

Esta nueva toxina, BoNT / H, no puede ser neutralizada por ninguno de los antisueros antibotulínicos disponibles actualmente, lo que significa que no tenemos un tratamiento efectivo para esta forma de botulismo. Hasta que se pueda crear la antitoxina anti-BoNT / H, que se demuestre que sea efectiva y se implemente, tanto la cepa en sí misma como la secuencia de esta toxina (con la cual se puede fabricar fácilmente la proteína recombinante) plantean serios riesgos para la salud pública debido a la inusual gravedad, daño generalizado que podría resultar del mal uso de cualquiera de los dos.

Una de las desventajas de las técnicas avanzadas de la medicina moderna es que las herramientas que generalmente se usan para el diseño de medicamentos también se pueden usar para fabricar armas biológicas mortales. Como dijo Relman, si la gente supiera la composición exacta de la toxina, no sería difícil hacerlo. NPR:

La biología siempre ha tenido una tradición de apertura, para permitir que las personas confirmen los hallazgos de la investigación y se basen en los descubrimientos de los demás. Pero a algunos les preocupa que las nuevas tecnologías hayan facilitado la explotación de la ciencia básica por personas con malas intenciones.

Y cualquier experto en toxina botulínica sabe que su historia como posible arma biológica se remonta a décadas. El culto japonés Aum Shinrikyo incluso intentó liberarlo en el centro de Tokio en la década de 1990, pero estos ataques fallaron.

Un artículo académico sobre la toxina señaló que un solo gramo podría potencialmente matar a más de un millón de personas, si se dispersara uniformemente por el aire y se inhalara, aunque eso sería difícil de hacer.

Debido a ese peligro, dice NPR, todo se mantiene en silencio. Los científicos no están revelando los detalles sobre la toxina hasta que se pueda encontrar una antitoxina.

La bacteria Clostridium botulinum. Foto: CDC

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