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La simulación sugiere que Viking Sunstones of Legend podría haber funcionado

Los vikingos han pasado a la historia como navegantes legendarios, navegando sus barcos a lugares como Gran Bretaña, Irlanda, Groenlandia e incluso Terranova. Sin brújulas magnéticas o herramientas como los astrolabios, los vikingos probablemente se basaron en brújulas solares primitivas para navegar, que utiliza la posición del sol para determinar el norte.

El problema es que, en el Mar del Norte y el Atlántico Norte, sus principales lugares de pisada, el clima es dudoso en el mejor de los casos, y el sol pasa un tiempo considerable detrás de las nubes. Es por eso que algunos arqueólogos han planteado la hipótesis de que los vikingos usaron piedras solares, o sólarsteinns, cristales que sostuvieron hacia el cielo para revelar la posición del sol, incluso a través de una fuerte capa de nubes. Ahora, informa Ben Guarino en The Washington Post, las simulaciones por computadora muestran que, si se usaran piedras solares, habrían sido de gran ayuda en la navegación, al menos en ciertas condiciones.

Sid Perkins en Science informa que la teoría de la piedra solar no es algo sacado de la nada. Los cristales se mencionan en las historias vikingas, incluida "La saga del rey Olaf". En 1967, la arqueóloga danesa Thorhild Ramskou planteó la hipótesis de que los trozos de cristales encontrados naturalmente en Escandinavia podrían haber sido utilizados como ayudas a la navegación. En 2011, al experimentar con un cristal común en la región llamada Islandia Spar, una variedad transparente de calcita, los investigadores descubrieron que si lo sostenían hacia el cielo y lo giraban, el cristal polarizaba y despolarizaba la luz en un cierto patrón que podría revelar La posición del sol. Con ese punto de referencia, los navegadores podrían calcular su posición y corregir su rumbo según sea necesario.

Si bien la idea funciona en teoría, los investigadores ópticos de la Universidad Eotvos Lorand en Budapest, Hungría, querían determinar si la supuesta ayuda a la navegación realmente funcionaría si se pusiera a prueba en el Atlántico Norte. Utilizando datos de estudios anteriores sobre qué tan bien funcionan las piedras solares, establecieron una simulación por computadora de un viaje entre la aldea vikinga de Hernam, Noruega, y Hvarf, una colonia vikinga en Groenlandia. Luego analizaron 1, 000 rutas posibles del viaje de tres semanas entre el equinoccio de primavera y el solsticio de verano, cambiando aleatoriamente la nubosidad del cielo y evaluando el rendimiento de tres tipos de posibles piedras solares, incluidos los cristales de calcita, cordierita y turmalina. El estudio fue publicado en la revista Royal Society Open Science .

El éxito del viaje dependió de varios factores. Durante los viajes nublados donde los navegantes consultaban la piedra solar cada cuatro horas, llegaban a las montañas de Groenlandia 32 en aproximadamente el 59 por ciento del tiempo. Sin embargo, si usaban la piedra cada una, dos o tres horas, la tasa de éxito salta a 92 a 100 por ciento. El uso de la piedra solar en cantidades iguales en la mañana y más tarde en el día también mejoró las tasas de éxito. Comparando las propias piedras solares, la cordierita demostró ser la piedra solar más precisa para la navegación, mientras que la calcita tuvo el peor rendimiento.

En el documento, los autores advierten que la tasa de éxito no tuvo en cuenta las cosas que inevitablemente salen mal en alta mar, como tormentas, vientos fuertes, corrientes oceánicas o barcos a la deriva durante la noche. El coautor Gábor Horváth también deja en claro a Guarino que el trabajo no es una prueba de que los vikingos usaran piedras solares, solo evidencia de que la tecnología podría haber funcionado. "Nadie sabe cuáles eran las prácticas de navegación de los vikingos", dice.

Encontrar una piedra solar real en los restos de un barco vikingo sería una evidencia mucho más convincente de la práctica, pero esos tipos de restos son pocos y distantes entre sí. Sin embargo, hay una evidencia que sugiere que los navegantes europeos sabían sobre las piedras solares. En 2013, investigadores franceses encontraron un cristal del tamaño de una baraja de cartas entre equipos de navegación en un naufragio británico en el Canal de la Mancha. Si bien ese naufragio es de 1592, varios siglos después del apogeo de los vikingos, sugiere que el uso de piedras solares fue real en algún momento y no solo un mito.

Corrección, 16/04/18: Esta pieza se ha actualizado para tener en cuenta correctamente que el viaje simulado ocurrió entre el equinoccio de primavera y el solsticio de verano. Gracias a un lector con ojos de águila que notó la confusión.

La simulación sugiere que Viking Sunstones of Legend podría haber funcionado