Isla de Pascua tiene sus estatuas icónicas. Inglaterra tiene Stonehenge. Y Perú tiene su propia y misteriosa modificación del paisaje: las líneas de Nazca. Los enormes geoglifos se hicieron en el desierto hace unos 2.000 años y han sido objeto de especulación. Ahora, los investigadores japoneses han descubierto un geoglifo completamente nuevo en Nazca, que muestra cuánto más hay que aprender sobre los diseños desconcertantes.
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Masato Sakai y Jorge Olano de la Universidad de Yamagata en Japón anunciaron recientemente el descubrimiento del geoglifo de 98 pies de largo, que se cree que representa un animal mítico sacando la lengua. Sus creadores parecen haberlo forjado al quitar piedras con colores más oscuros de la superficie de la meseta para exponer el suelo blanquecino debajo. Luego apilaron las piedras para dar forma a la imagen. Está en la vecindad de otro geoglifo que el equipo descubrió en 2011 que muestra lo que caracterizan como "una escena de decapitación".
Los animales imaginarios y las escenas sangrientas pueden parecer cosas extrañas que se pueden encontrar en las vastas pampas del Perú, pero todas son parte del enigma de Nazca. Los arqueólogos ahora piensan que las líneas eran parte de rituales religiosos astronómicos promulgados por la cultura precolombina de Nazca, un grupo de antiguos indígenas peruanos que vivían como granjeros y guerreros en las llanuras desérticas del río Grande de Nasca en Perú. Como las pampas no han sido tocadas por el viento y la lluvia, las líneas que contienen han permanecido relativamente indemnes durante miles de años.
Una reconstrucción esquemática de la figura. (Universidad de Yamagata)En una época anterior a los aviones o satélites, la creación de miles de geoglifos que solo podían apreciarse completamente desde arriba fue un salto de fe. Pero en la década de 1940, los arqueólogos comenzaron a estudiar las líneas desde el cielo. Las líneas ahora se consideran una de las hazañas antiguas más impresionantes y desconcertantes del mundo.
Su simbolismo continúa también en el siglo XXI: en 2014, fueron irreparablemente dañados por los activistas de Greenpeace que buscaban hacer un punto sobre la energía renovable. Pueden ser cooptados por las voces modernas, pero las líneas protegidas por la Unesco son un testimonio mudo de una religión y cultura que se pierde en gran medida.
Pero los arqueólogos están decididos a averiguar todo lo que puedan sobre las líneas. Como informa el Japan Times, el equipo de Sakai ya ha descubierto más de 100 "nuevos" geoglifos. Las líneas pueden ser viejas, pero siempre hay más para aprender.