Los científicos que esperan establecer una colonia humana en la luna han estado trabajando durante mucho tiempo a través de formas de generar agua, alimentos, energía y aire respirable en un entorno muy diferente al de la Tierra. Como informa David Grossman para Popular Mechanics, un nuevo estudio sugiere que las misiones a largo plazo a la luna tendrán que lidiar con otro problema: el polvo lunar.
Debido a que la luna no tiene mucha atmósfera, las partículas cargadas de las capas superiores del sol constantemente arrojan su superficie. Las partículas hacen que el suelo lunar se cargue electrostáticamente. Ahora, un artículo publicado en GeoHealth, una revista de la American Geophysical Union (AGU), sugiere que respirar este polvo puede provocar graves efectos en la salud humana, como bronquitis y cáncer.
La suciedad lunar es difícil de encontrar, por lo que los investigadores realizaron su estudio con muestras de polvo de la Tierra que son similares a las que se encuentran en las tierras altas de la luna y las llanuras volcánicas. Luego expusieron al polvo las células pulmonares humanas y las células cerebrales del ratón, que se cultivaron en condiciones controladas.
El equipo descubrió que cada tipo de polvo que probaron infligió algún tipo de daño en el ADN de las células. Las muestras que se habían molido hasta obtener un polvo lo suficientemente fino como para ser inhalado eran particularmente nocivas; mataron hasta el 90 por ciento de ambos tipos de células. El daño a las células pulmonares humanas fue tan extenso que los investigadores no pudieron medirlo con precisión.
Como señala Ryan F. Mandelbaum, de Gizmodo, el nuevo estudio no está protegido. Los investigadores no usaron polvo de luna real, por ejemplo, y se basaron en células que habían crecido en un laboratorio, en lugar de un humano o animal vivo. Los científicos tampoco saben exactamente por qué la suciedad lunar mató a las células. Según una declaración de AGU, los investigadores sospechan que el polvo "podría estar iniciando una respuesta inflamatoria dentro de la célula o generando radicales libres, que eliminan los electrones de las moléculas y evitan que funcionen correctamente".
Aunque deja algunas preguntas sin respuesta, el nuevo estudio respalda indicios anteriores de que el polvo lunar podría presentar riesgos para la salud humana. Cuando los astronautas visitaron la luna durante las misiones Apolo de los años sesenta y setenta, informaron haber experimentado estornudos, ojos llorosos y dolor de garganta. Según la declaración de la AGU, el astronauta del Apolo 17 Harrison Schmitt describió su reacción como "fiebre del heno lunar".
Estos astronautas estuvieron en la luna durante un período de tiempo relativamente corto. Pero el nuevo estudio sugiere que la exposición prolongada al polvo lunar podría afectar las vías respiratorias y la función pulmonar, lo que provocaría enfermedades más graves como la bronquitis. En caso de que el polvo cause inflamación en los pulmones, los colonos humanos de la luna podrían enfrentar un mayor riesgo de cáncer, dice Bruce Demple, bioquímico de la Facultad de medicina de la Universidad de Stony Brook y autor principal del nuevo estudio.
"Si hay viajes de regreso a la Luna que involucran estadías de semanas, meses o incluso más", agregó Demple, "probablemente no será posible eliminar ese riesgo por completo".