No es una vista inusual en el océano: las ballenas azules sorben nubes de krill. Pero los investigadores suelen tener una vista de barco para este evento. Ahora, nuevas imágenes de drones de la Universidad Estatal de Oregón les están dando una perspectiva completamente nueva sobre cómo estas criaturas masivas, los animales más grandes del planeta, toman su cena.
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Leigh Torres, ecologista espacial marino del estado de Oregón, explica en un video que requiere mucha energía para el animal de 100 pies, que puede pesar hasta 200 toneladas, para alcanzar la velocidad de crucero. Abrir su boca puede ralentizarla significativamente, por lo que la criatura tiene que decidir sobre la marcha si una nube de kril es lo suficientemente sustancial como para que valga la pena el esfuerzo.
Las ballenas filtran el krill a través de sus placas de barbas mientras surcan una gran nube de krill. Y el video muestra a una ballena haciendo exactamente eso. "Aquí vemos que el animal reconoce que hay un gran parche de kril", dice Torres en el video. "Él ... se pone de costado, bombea sus aletas, abre la boca y se lanza hacia allí. Es solo una secuencia increíble de eventos ”. Pero más tarde, cuando se encuentra con una nube más pequeña, la criatura gira la cabeza como si estuviera comenzando el proceso nuevamente antes de decidir que no valía la pena.
Como Nick Visser informa para el Huffington Post, las ballenas azules han estado en la lista de especies en peligro de extinción desde 1964, después de que generaciones de cazadores de ballenas agotaron su número en un 70 a 90 por ciento. Las poblaciones de ballenas han aumentado desde entonces, alcanzando el 97 por ciento de sus niveles históricos en California. Pero aún enfrentan muchas amenazas, especialmente el desarrollo de petróleo y gas, huelgas de buques y contaminación.
"Entre toda esa actividad, estos animales necesitan poder encontrar su comida y alimento eficientemente", dice Torres. "Por lo tanto, cuanto más sepamos acerca de cómo están encontrando alimentos y qué los hace buenos para ellos, nos ayudará a administrar su población y asegurarnos de que las actividades humanas no los afecten demasiado".
Esta no es la primera vez que los investigadores usan drones para estudiar las ballenas azules. Los científicos de Ocean Alliance comenzaron a utilizar drones denominados SnotBots para capturar la mucosidad del rocío que brota del orificio de la ballena, dándoles una buena foto de la ballena junto con ADN, muestras de microbios y hormonas de estrés y embarazo.