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¿Los saurópodos mantenían la cabeza alta?

En museos de todo el mundo, los esqueletos de dinosaurios saurópodos se reconstruyen con la cabeza bien alta. Parece la posición más natural para estos animales, pero una breve carta publicada recientemente en Science cuestionó si es correcta. Según el biólogo Roger Seymour, es más probable que los saurópodos mantengan la cabeza baja hacia el suelo, balanceándolos de un lado a otro para aspirar los alimentos vegetales.

El problema con la postura de los saurópodos es que sus cuellos son ridículamente largos. Se necesitaría una gran cantidad de presión arterial, generada por un corazón masivo, para mantener la sangre bombeando al cerebro. Esto se haría aún más difícil si los animales mantuvieran la cabeza en alto en el aire, ya que el flujo sanguíneo tendría que funcionar contra la gravedad. Por esta razón, Seymour favorece la idea de que los saurópodos mantuvieron la cabeza baja y la movieron principalmente horizontalmente.

En una respuesta, los paleontólogos P. Martin Sander, Andreas Christian y Carole Gee están de acuerdo en que los saurópodos pueden haber mantenido preferentemente la cabeza a un nivel relativamente bajo, pero aún era posible que los saurópodos levantaran la cabeza. Se sabe que los saurópodos pueden hacerlo por evidencia esquelética, y es posible que los saurópodos tuvieran mecanismos fisiológicos para resolver este problema que no se ven en los animales vivos. Se necesitaría mucha energía para que un saurópodo levante el cuello, pero si la comida que estaba alcanzando era de alta calidad o proporcionaba un gran beneficio nutricional, la recompensa podría valer la pena. La capacidad de los saurópodos de llegar a lo alto puede haberlos beneficiado incluso en condiciones difíciles, cuando podrían alcanzar físicamente una gama más amplia de recursos que otros dinosaurios.

Desafortunadamente, gran parte de cómo los saurópodos usaban sus cuellos, particularmente en la alimentación, sigue siendo polémico. Gran parte del debate se basa en la fisiología del saurópodo que, sin un animal vivo para estudiar, los argumentos continuarán. Sin embargo, eso es lo que hace que la ciencia sea convincente, y quién sabe qué nuevos descubrimientos podrían arrojar luz sobre este viejo problema.

¿Los saurópodos mantenían la cabeza alta?