En lo que puede ser el estudio más perturbador publicado en lo que va del año, los investigadores fotografiaron el primer caso conocido de un ciervo de cola blanca que roía los huesos humanos. Como informa George Dvorsky para Gizmodo, en 2015, una cámara trampa capturó imágenes de un ciervo con una costilla humana saliendo de su boca, probablemente royendo el hueso para liberar minerales.
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El ciervo masticador de huesos fue detectado durante un estudio de carroñeros de animales en el Centro de Investigación de Antropología Forense de 26 acres en San Marcos, Texas, una "granja de cuerpos" donde investigadores de la Universidad Estatal de Texas estudian la descomposición de cuerpos humanos. Los investigadores generalmente colocan una jaula sobre los cuerpos para evitar que los animales grandes saqueen los cadáveres. Pero, según el informe del caso publicado en The Journal of Forensic Sciences, los investigadores esperaban registrar cómo los carroñeros impactan la descomposición. Así que colocaron el cuerpo en una zona boscosa en julio de 2014 sin una jaula y usaron cámaras para registrar a los animales que se detuvieron para comer.
No fue sino hasta 182 días después de la muerte, cuando gran parte del cuerpo se descompuso y la caja torácica seca quedó expuesta, que apareció el venado. El 5 de enero de 2015, la cámara trampa fotografió a un ciervo de cola blanca con una costilla colgando de su boca que anteriormente se describía como sostener el hueso "como un cigarro", escriben los investigadores en el periódico. Ocho días después, la cámara captó otra imagen de un ciervo royendo los huesos, pero no está claro si era el mismo animal.
(Centro de antropología forense en el estado de Texas)Si bien saber que los ciervos pueden masticar huesos humanos puede parecer una trivialidad macabra, documentar el daño que los ciervos causan en los huesos puede ayudar a los investigadores forenses en el futuro. Según el estudio, los ungulados a menudo mastican huesos para obtener minerales como fósforo, calcio y sodio en su dieta. Se sabe que los ciervos mastican los huesos de otros animales y prefieren los huesos secos con una sección transversal rectangular. Pero este último estudio documenta la primera instancia de un ciervo masticando un hueso humano.
El equipo también recuperó los huesos roídos para examinar las marcas dejadas por el venado. Como explica Sarah Fecht en Popular Science, el movimiento en zigzag de la mandíbula del venado deja un patrón distintivo en el hueso. Los carnívoros, por el contrario, tienden a roer los huesos con sus dientes afilados cuando todavía tienen carne, dejando pinchazos y picaduras en los huesos.
Esto está lejos de ser el primer hallazgo sorprendente sobre el venado cola blanca. En 2015, después de que los investigadores en Dakota del Norte instalaron cámaras de nidos para monitorear pájaros cantores, descubrieron que los ciervos simplemente sorberían a las crías de sus nidos como dulces, informa Dvorsky. Los ciervos en realidad golpean más nidos que las comadrejas y los zorros.
Aunque los ciervos pueden ser lindos y difusos, este último estudio es otro ejemplo que nos recuerda que es un mundo difícil y caído.