Aunque el número de personas que se identifican como ateos ha aumentado en los últimos años, muchos estadounidenses consideran que los ateos no son confiables o atemorizantes. Ahora, una nueva investigación podría ofrecer una explicación, escribe Stephanie Pappas de LiveScience : los ateos pueden desencadenar pensamientos relacionados con la muerte, lo que puede hacer que las personas se aferren aún más a sus valores religiosos.
Pappas informa sobre un nuevo estudio que muestra que los ateos son vistos como una "amenaza existencial", una amenaza que alimenta el sentimiento anti-ateo. Los investigadores entrevistaron a un grupo de 202 estudiantes de diversos orígenes religiosos. Un grupo recibió preguntas sobre la muerte como "Describa las emociones que despierta el pensamiento de su propia muerte en usted" y "Escriba, tan específicamente como pueda, lo que cree que sucederá físicamente cuando muera", mientras que el otro estaba preguntó sobre el dolor extremo.
Luego, los investigadores preguntaron a todos los participantes sobre sus actitudes hacia los cuáqueros y los ateos. Mientras que la gente parecía desconfiar de los ateos en todos los ámbitos, el grupo al que se le había recordado su propia mortalidad era mucho más negativo.
En otro experimento, les pidieron a los participantes que primero pensaran en el ateísmo, el dolor extremo o la muerte, y luego completaran fragmentos de palabras que podrían interpretarse como palabras neutrales o relacionadas con la muerte (por ejemplo, D_ _D, que podrían interpretarse como palabras como "Escritura" o "muerto"). Los participantes a los que se les pidió que pensaran primero en los ateos tenían más probabilidades de elegir palabras relacionadas con la muerte que a las personas a las que se les pidió que pensaran sobre el dolor, y a la par de las personas a las que se les pidió que pensaran primero en la muerte.
Los autores del estudio, que nombraron su estudio "¿Y si tienen razón?", Sugieren que la "mera existencia" de personas que van en contra de los valores culturales convencionales es "fundamentalmente amenazante". Aunque reconocen que los resultados podrían diferir si el experimento fuera juzgados en una sociedad menos secular, ven sus hallazgos como evidencia de que "la mera contemplación del ateísmo puede despertar insinuaciones de moralidad".
Corey Cook, un psicólogo social que dirigió el estudio, le dice a Pappas que estaba sorprendido por los resultados. Sugiere que su investigación puede usarse para ayudar a descubrir cómo cambiar las percepciones públicas de los ateos y reducir los prejuicios.