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Otro joroba en el horizonte: Ayers Rock

Aquí, donde la luz del sol juega trucos en los ojos, no hace falta mucho para imaginar este gran monolito construido por dos niños que juegan en el barro después de una tormenta. Está claro, a medida que la roca de arenisca cambia de un tono oxidado al amanecer, a una losa blanqueada y brillante al mediodía y, finalmente, a roca fundida al atardecer, está ocurriendo algo grandioso.

Elevándose 1.100 pies sobre la llanura desértica, se le ha llamado la roca más grande del mundo, pero la Enciclopedia Británica agrega con cautela un "tal vez". Tiene más de dos millas de largo y aproximadamente una milla y media de ancho. En 1872, Sir Henry Ayers, primer ministro del sur de Australia, se convirtió en su homónimo, pero la roca se llama hoy por su nombre aborigen, Uluru.

Las historias de creación de los aborígenes anangu son cuerpos ricos de mitos de canciones que celebran este sitio y otros donde los seres ancestrales caminaron durante lo que se llama el Tiempo del Sueño, o tjukurrpa . En todo el paisaje, las colinas, arroyos, cuevas y grandes rocas son sitios sagrados de Anangu, que creen que son una prueba física de la realidad de estas antiguas sagas. En el lado noreste de Uluru, hay una pequeña piedra en forma de cúpula que es uno de los palos de excavación de los antiguos. En el lado suroeste, las marcas en la roca son cicatrices dejadas por las lanzas de guerreros de antaño.

En 1958, los Anangu obtuvieron la propiedad oficial de la roca y el parque que la rodea. Hoy el parque es comanageed por el gobierno australiano y el Anangu. La forma de vida espiritual de los Anangu incluye una feroz protección de la tierra, su cuidado y su ecología. Una visita a Uluru es una oportunidad de ver la roca desde la perspectiva de otra cultura; Las visitas guiadas explican el fuerte vínculo entre la tierra y su gente.

Consejos: Los visitantes pueden conocer guías Anangu que compartirán sus historias en recorridos a pie por la base de Uluru. Los aborígenes no prohíben la escalada del monolito, pero tampoco lo alientan, tanto por lo sagrado de la roca como por la seguridad del visitante.

Sin embargo, la escalada está prohibida en vientos fuertes, cuando llueve o en otras condiciones peligrosas.

Considere su nivel de condición física: no suba a Uluru si tiene una afección cardíaca o problemas respiratorios.

Otro joroba en el horizonte: Ayers Rock