Hace 13.800 millones de años, en un evento cacofónico, nació nuestro universo.
Sin embargo, los nuevos planetas todavía se están condensando a partir de nubes de hidrógeno y helio que se arremolinan y llenan los horizontes chispeantes. Con telescopios cada vez más grandes y mejores, los astrónomos incluso han identificado un puñado de planetas que podrían estar maduros para una vida potencial. Pero según un estudio reciente, el 92 por ciento de los posibles gemelos de la Tierra aún no han nacido, informa Sid Perkins para Science .
Esta sorprendente declaración proviene de dos investigadores del Instituto de Ciencias del Telescopio Espacial en Baltimore, Maryland, Peter Behroozi y Molly S. Peeples. Para adivinar el potencial planetario del universo, el dúo desarrolló un modelo que utiliza información conocida sobre el ethos, como la forma en que se forman los planetas, la edad de las galaxias observadas y las estimaciones de la cantidad de materia en el universo.
¿El resultado? El universo tiene potencial para formar más de diez veces el número de planetas que existen hoy, según su estudio publicado recientemente en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society .
"Nuestra principal motivación fue comprender el lugar de la Tierra en el contexto del resto del universo", dice Behroozi en un comunicado de prensa. La Tierra es un planeta bastante joven en el tiempo astronómico, pero a mayor escala, esta investigación sugiere que eventualmente será el hermano mayor del universo.
Desde el comienzo de nuestro universo, la tasa de formación de planetas ha disminuido el tiempo extra. Pero todavía hay mucho material para el nacimiento de muchos más planetas y estrellas. Según el modelo, la última estrella del universo no debería agotarse hasta 100 billones de años en el futuro, escribe Pete Spotts para The Christian Science Monitor .
A medida que esos milenios se agitan, las posibilidades son cada vez mejores de que la vida surja en otro lugar que no sea la Tierra (si aún no lo ha hecho).
El universo ya está lleno de planetas maravillosos: mundos acuáticos, planetas de diamantes e infiernos fundidos. Pero estos descubrimientos son solo una pequeña fracción de lo que está ahí afuera, y una aún más pequeña de lo que está por venir.