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Los rayos X dan una nueva mirada al arqueopterix

Los científicos han sabido sobre el dinosaurio emplumado Archaeopteryx durante más de un siglo y medio, pero los científicos están utilizando nuevas técnicas para ver mejor a esta criatura y sus parientes cercanos. Solo en los últimos meses, los paleontólogos han descrito cómo han utilizado técnicas de laboratorio para determinar de qué color podrían haber sido algunos dinosaurios emplumados, cómo creció Archaeopteryx, cómo se agruparon las plumas alrededor del cuerpo de Microraptor y, en un nuevo estudio publicado en PNAS, cómo algunos fósiles de Archaeopteryx pueden contener más detalles finos de lo que se apreciaba anteriormente.

Los especímenes de Archaeopteryx son raros y varían mucho en términos de su conservación, y una forma en que los paleontólogos realizan un seguimiento de estos fósiles es dándoles nombres informales. El primer esqueleto que se descubrió, el que fue comprado para el Museo Británico de Historia Natural (ahora el Museo de Historia Natural) y descrito por Richard Owen, se conoce como el "espécimen de Londres" y uno de los especímenes más recientes por venir. a la atención de los científicos se le ha llamado el "espécimen de Thermopolis" después de su hogar en el Centro de Dinosaurios de Wyoming en Thermopolis, Wyoming. Este último espécimen formó la base del nuevo estudio en el que un equipo interdisciplinario de científicos utilizó la tecnología de rayos X para tratar de detectar la composición química del fósil.

Mediante el uso de un tipo de tecnología de escaneo llamada SRS-XRF, los científicos esperaban detectar la distribución de productos químicos en el esqueleto y la roca circundante. Esto les permitiría tener una mejor idea de cómo el esqueleto se fosilizó y cómo podría haber sido en la vida. Cuando los científicos realizaron una exploración en busca de fósforo, por ejemplo, los ejes de las plumas del brazo del dinosaurio se resaltaron, mostrando los rastros químicos de las estructuras que de otro modo no se detectaron. Una exploración diferente también mostró que el esqueleto conservaba una gran cantidad de zinc, lo que significa que al menos parte de la química ósea original del dinosaurio se había conservado. A pesar de tener más de 145 millones de años, parte del material químico original del fósil permaneció intacto.

Este estudio, como el informe sobre el uso de la luz ultravioleta para detectar patrones ocultos en los fósiles, es significativo porque proporciona una nueva forma para que los científicos observen los fósiles. Mediante el uso de la tecnología SRS-XRF, los paleontólogos pueden lograr una mejor comprensión de cuánto material original podría permanecer en un fósil y cómo se conservó ese esqueleto. Del mismo modo, este método puede ayudar a iluminar estructuras en losas que son invisibles a simple vista, algo que sin duda tendrá aplicaciones importantes para los especímenes excepcionalmente preservados de dinosaurios emplumados en China. A través de este trabajo interdisciplinario, los paleontólogos están en mejores condiciones para comprender la vida del pasado y cómo se conservó, y es de esperar que este estudio ayude a estimular más investigaciones sobre otros fósiles.

Bergmann, U., Morton, R., Manning, P., Sellers, W., Farrar, S., Huntley, K., Wogelius, R., y Larson, P. (2010). Plumas de Archaeopteryx y química ósea completamente reveladas a través de imágenes de sincrotrón Procedimientos de la Academia Nacional de Ciencias DOI: 10.1073 / pnas.1001569107

Los rayos X dan una nueva mirada al arqueopterix