Los conservacionistas han estado pidiendo castigos más severos contra los cazadores furtivos y los traficantes de vida silvestre durante años. A medida que aumenta el número de animales muertos por sus partes del cuerpo (más de 1, 000 rinocerontes fueron cazados furtivamente solo en Sudáfrica en 2013), Kenia decidió intensificar los castigos por crímenes contra la vida silvestre. Ahora, por primera vez, esas reglas más severas se han aplicado en los tribunales.
Esta semana, Tang Yong Jian, un hombre chino que fue atrapado tratando de sacar de contrabando un colmillo de elefante de 7.5 libras fuera del país, recibió una multa de $ 230, 000 o siete años de prisión, informa la BBC.
Este es un giro de los acontecimientos para Kenia. Hasta el mes pasado, los delitos contra la vida silvestre a menudo conllevaban una multa de aproximadamente $ 23, con un máximo establecido de alrededor de $ 465. La sentencia de Jian establece un nuevo precedente de tolerancia cero y, según espera el país, envía un mensaje a los posibles cazadores furtivos y contrabandistas de que corren un grave riesgo al violar las leyes de Kenia. Según el nuevo sistema, los cazadores furtivos y los traficantes también corren el riesgo de una posible cadena perpetua en prisión.
Por otro lado, algunos funcionarios africanos piensan que las multas y el tiempo en la cárcel son demasiado indulgentes. El año pasado, un ministro del gobierno de Tanzania propuso una política de "disparar para matar" contra los cazadores furtivos, informa The Guardian, argumentando que "las ejecuciones sobre el terreno" podrían ser un elemento disuasivo eficaz para hacer que los cazadores furtivos piensen dos veces antes de apuntar a un rinoceronte, un elefante u otro Especies protegidas.