Incluso los entierros más ecológicos tienen inconvenientes. El entierro en tierra ocupa bienes inmuebles preciosos. La cremación pone en peligro a los trabajadores de crematorios que pueden respirar humos venenosos. Pero un nuevo método de entierro, llamado "promesa", resuelve los problemas tanto del espacio como de la contaminación. Esta técnica, informa Wired, implica sumergir un cuerpo en nitrógeno líquido, vibrarlo en miles de pedazos pequeños y liofilizar el polvo resultante. Enterrado en el suelo, en unos pocos meses, el polvo se convertirá en fertilizante humano, ayudando a que crezcan flores o árboles.
La compañía sueca detrás de la idea, Promessa, ha recaudado $ 3.2 millones en fondos en los últimos 12 años, dice Wired :
Todas las pruebas se han completado gracias a un suministro de cerdos muertos, que fueron colocados en ataúdes, congelados, descompuestos físicamente, secados y enterrados en la tierra con gran éxito. Las pruebas en humanos siguen siendo ilegales.
Aún así, Promessa ha recibido consultas de partes interesadas en alrededor de sesenta países y fue votada como la compañía de innovación más prometedora de Suecia. Si tal interés continúa, en el futuro, los testamentos podrían incluir especificaciones para el tipo de flor o arbusto que nos gustaría fertilizar en lugar de la fabricación de ataúd o urna.
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