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Los científicos imprimieron un oído humano

La palabra "impresora" evoca imágenes de suministros de oficina, atascos de papel y resmas de papel. Pero agregue "3D" y la imagen cambia: un dispositivo que inspiró todo, desde herramientas para su uso en el espacio hasta dientes de reemplazo para combatir bacterias. Pero, ¿qué pasaría si los dispositivos impresos en 3D pudieran cobrar vida? Eso ya no es solo especulación con informes de que un intento de imprimir en 3D tejido humano en partes del cuerpo realistas ha tenido éxito.

El año pasado, Smithsonian.com informó sobre la ambiciosa apuesta del Instituto Wake Forest de Medicina Regenerativa para imprimir en 3D todo, desde la piel hasta los órganos. En ese momento, el intento del equipo de imprimir partes del cuerpo realistas todavía estaba en sus primeras etapas. Aunque sus sueños de imprimir cosas como los riñones aún no se han cumplido, el equipo ha dado un primer paso impresionante, creando una impresora única que puede fabricar tejido humano y moldearlo en cualquier forma.

Un nuevo artículo publicado en la revista Nature Biotechnology describe la impresora, que el equipo llama una impresora integrada de órganos de tejidos, o ITOP para abreviar. La impresora resuelve dos grandes problemas para los científicos que se han sentido frustrados por los intentos anteriores de imprimir con tejido vivo. No solo imprime estructuras que son lo suficientemente fuertes y grandes como para ser implantadas, sino que también ayuda a las células a vivir lo suficiente como para integrarse en un cuerpo.

El secreto del éxito de la impresora es el hidrogel, que está hecho de agua, gelatina y otras sustancias que apoyan el crecimiento celular. La impresora coloca esa sustancia junto con materiales estructurales biodegradables que finalmente se disuelven una vez que el tejido es lo suficientemente fuerte como para sostenerse. Cuando se implantaron tejidos completamente impresos en animales, maduraron e incluso desarrollaron sus propios vasos sanguíneos.

En un comunicado, los investigadores señalan que una vez que descubrieron cómo asegurarse de que las células vivan mientras se imprimen, aseguraron la viabilidad de las células al construir "una red de microcanales" en las estructuras. Estas pequeñas cámaras permiten que las células impresas obtengan nutrientes esenciales y oxígeno y permanezcan con vida el tiempo suficiente para que se desarrollen los vasos sanguíneos.

El tejido impreso en 3D tiene un aspecto bastante espeluznante, especialmente cuando está en una placa de Petri llena de una sustancia rosa. Sin embargo, el avance podría algún día permitir que los pacientes con enfermedades o partes del cuerpo faltantes se vuelvan a recuperar con el tejido generado por sus propios cuerpos. Quizás algún día, los dispositivos 3D de impresión de tejidos serán una vista común en hospitales y consultorios médicos. Por ahora, sin embargo, el prototipo de Wake Forest señala un milagro médico en ciernes.

Los científicos imprimieron un oído humano