Foto: Jo Andre Johansen
El almizcle humano hace más que arrugar las narices en el gimnasio. Puede actuar para controlar a otros hombres, según una nueva investigación. Los hombres que perciben el sudor de otros hombres se vuelven más cooperativos y generosos, informa ScienceNOW.
En los humanos, las feromonas se originan en glándulas especiales cerca de la axila, y investigaciones anteriores las han relacionado con el estado de ánimo y los ciclos reproductivos. Pero hasta ahora, los investigadores se centraron principalmente en las feromonas humanas en términos de atracción sexual en lugar de interacciones de hombre a hombre.
En este nuevo experimento, los investigadores se asociaron con 40 hombres de 20 y tantos años para jugar rondas de un juego de computadora que se enfoca en dividir y compartir dinero.
Un jugador ofrece una posible división, y el otro decide si aceptarlo o rechazarlo. Cada participante se turnaba para hacer o decidir ofertas.
Luego tomaron un fuerte olor a levadura (un control) o androstadienona, una presunta feromona masculina presente en el sudor (que también se mezcló con levadura para enmascarar cualquier olor perceptible), y volvieron a jugar.
Los hombres que olieron feromonas ofrecieron medio euro más, en promedio, y también aceptaron ofertas por un euro más bajo que sus homólogos olfativos de levadura. Los investigadores encontraron que cuanto más altos son los niveles de testosterona del jugador, mayor es su generosidad después de oler la feromona.
Sin embargo, los investigadores utilizaron altas concentraciones de androstadienona en su experimento, por lo que los hombres que soliciten un aumento o promoción probablemente no encontrarán mucha ayuda al agitar la axila en la cara de su jefe.
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