"Te amo, Lorraine", dijo Don Moir, por primera vez en más de una década. "No puedo imaginar la vida sin ti. Has hecho que los últimos 25 años pasen volando y que los últimos 20 con ALS sean más llevaderos".
El granjero y el padre de la zona rural de Canadá no pronunciaron físicamente estas palabras a su esposa de 26 años y madre de sus tres hijos. En 1999, cuatro años después de ser diagnosticado con ELA, se le instaló un ventilador y perdió la capacidad de hablar. Pero, usando un programa de computadora, Don "tipeó" el dulce mensaje con sus ojos y una voz digital lo recitó.
Hasta esta ocasión trascendental, Don usó un "tablero de letras" físico para comunicarse. El pedazo de papel contiene cuatro cuadrantes, cada uno con un conjunto de letras y números escritos en él. Siguiendo el contacto visual de Don y las letras en las que aterriza, una segunda persona puede juntar las palabras que quiere decir.
Mientras conducía un día, Lorraine escuchó una entrevista de radio con Mick Ebeling, el fundador de Not Impossible Labs, hablando sobre Eyewriter, un dispositivo con forma de gafas que permite a las personas que no pueden moverse crear arte moviendo sus ojos. Ella se acercó al equipo para trabajar con su esposo. Not Impossible Labs es una startup que aprovecha la "tecnología por el bien de la humanidad", creando herramientas para individuos que podrían ayudar a otros.
Javed Gangjee, ingeniero y voluntario, comenzó a trabajar con Don, desarrollando una versión computarizada del pizarrón que podía operar de forma independiente. Con el programa, cualquier mensaje que Don escribiera, al hacer contacto visual con cada letra, la computadora hablaría.
Al usar esta configuración, Don le dijo a Lorraine: "Estoy deseando que lleguen los próximos 25 años".