https://frosthead.com

Las lenguas de colibrí son bombas, no pajitas

Los colibríes tienen lenguas largas dentro de sus picos, lenguas que les permiten comer hasta tres veces su peso corporal en néctar e insectos todos los días. Ahora, escribe Sid Perkins de Science, los científicos han revelado algo que nunca supieron acerca de esas pequeñas lenguas: actúan como bombas para chupar néctar.

contenido relacionado

  • Los halcones actúan como músculo involuntario para los colibríes

El descubrimiento anula la teoría de larga data de que las lenguas de colibrí actúan más como popotes, informa Perkins. La vieja hipótesis fue apoyada por observaciones de que las aves parecen usar la acción capilar, que atrae líquido en espacios reducidos contra la gravedad, para absorber el néctar.

Ahora, un estudio de años de colibríes en la naturaleza ha demostrado que la teoría es errónea. Cuando los científicos estudiaron 18 especies de colibríes durante cinco años, aprendieron que, en cambio, las lenguas de colibrí actúan más como bombas en miniatura. Con la ayuda de un video en cámara lenta, los investigadores descubrieron que las lenguas de colibrí abren sus puntas planas cuando alcanzan el néctar. Esa acción crea un efecto de bomba que atrae el néctar a un depósito en la punta de la lengua, luego exprime las cosas dulces en el pájaro.

Todo el proceso lleva menos de una décima de segundo, dice el investigador principal Alejandro Rico-Guevara en un comunicado. Aunque los colibríes aparentemente pueden usar la acción capilar para alimentarse, escribe Perkins, obtienen mucho más néctar del método similar a la bomba; los investigadores le dicen a Perkins que si los colibríes confiaran solo en la acción capilar, solo obtendrían un tercio de jugo.

Entonces, ¿por qué estudiar lenguas de colibrí en primer lugar? Guevara señala que la investigación es solo el comienzo. Ahora que entienden el proceso, el equipo dice en el comunicado que pueden usar las matemáticas para calcular cuánto néctar comen los colibríes. Eso ayudará a los científicos a aprender aún más sobre cómo los colibríes toman decisiones sobre los alimentos, desarrollan hábitos de alimentación e impactan el mundo que los rodea.

Las lenguas de colibrí son bombas, no pajitas