Resulta que los monos fieles son recompensados con más bebés, y una mejor oportunidad de que sus genes continúen en el futuro, que los infieles. Cuando los monos búho se separan, los investigadores encontraron que la pareja que se junta con "el otro compañero" produce menos descendencia que los monos que se quedan con su cónyuge animal original.
En el reino animal, la monogamia, especialmente para los machos, no tiene mucho sentido. ¿Por qué no simplemente conectarte con la mayor cantidad de socios posible para difundir tus genes por todas partes? Este ejemplo, sin embargo, muestra cómo la fidelidad puede dar cierta ventaja a ciertas personas.
Desde 1997, el equipo de investigación amante de los monos observó atentamente los monos nocturnos de búhos en Argentina, con un total de 154 individuos de 18 grupos. En 2008, los investigadores notaron que los llamados individuos "flotantes", monos solitarios, suscitan problemas entre parejas normalmente monógamas. Los flotadores entrarían en picado, atacarían a la pareja del mismo sexo en una pareja y luego robarían al hombre o mujer recién solteros. Las peleas de amor eran intensas y, a veces, el perdedor moría.
Los pares que experimentaron tal transición, según los investigadores, produjeron un 25 por ciento menos de descendientes por década que los que se mantuvieron verdaderos desde el principio.
Los investigadores no saben qué causa esta discrepancia, pero planean investigar más a fondo la dinámica de la relación de los monos búho. En el proceso, también esperan obtener información sobre la evolución de los enlaces de pares en humanos.
"Existe cierto consenso entre los antropólogos de que los lazos de pareja deben haber jugado un papel importante en el origen de las sociedades humanas", dijeron en un comunicado. "Llámalo amor, llámalo amistad, llámalo matrimonio, hay algo en nuestra biología que conduce a este vínculo duradero y emocional entre dos individuos que está muy extendido entre las sociedades humanas".
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