Desde 1982, Cuba ha estado en la lista oficial de Estados Unidos de patrocinadores estatales del terrorismo. Y, recientemente, incluso cuando las relaciones entre los dos países se han vuelto más abiertas y Cuba se ha conectado más con el resto del mundo, ese ha sido un punto conflictivo. Pero el martes, el presidente Obama anunció que eliminará a Cuba de la lista, un paso clave en el proceso a largo plazo de normalizar las relaciones de Estados Unidos con Cuba.
En la década de 1980, América Latina estuvo plagada de insurgencias violentas impulsadas por ideologías marxistas, y el régimen de Castro proporcionó refugio a una serie de terroristas asociados con esos ataques. Eso es lo que llevó a los Estados Unidos a poner a Cuba en la lista de terrorismo para empezar. Cuba estaba proporcionando refugio a los insurgentes, no armas: la ubicación de Cuba en la lista era más política que de seguridad estadounidense.
Entre los insurgentes se encontraban miembros de miembros de la Patria Vasca y la Libertad (ETA) y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Columbia (FARC). Pero, como dijo el Secretario de Estado John Kerry en un comunicado, "Nuestro hemisferio y el mundo se ven muy diferentes hoy que hace 33 años". El último informe de Estados Unidos sobre terrorismo en Cuba, de 2013, informa que "los lazos de Cuba a la ETA se han vuelto más distantes "y que" no había indicios de que el gobierno cubano proporcionara armas o entrenamiento paramilitar a grupos terroristas ".
Sin embargo, la colocación de Cuba en la lista de patrocinadores estatales del terrorismo (una lista diferente y mucho más corta que la lista estadounidense de organizaciones terroristas extranjeras) ha dificultado que el país acceda a los mercados extranjeros. El New York Times informa:
Los funcionarios cubanos han dicho que les resultaría difícil avanzar en las relaciones diplomáticas mientras permanecen en la lista, lo que ven como una mancha en la imagen de su nación y una carta escarlata que ha bloqueado a Cuba de hacer negocios con bancos estadounidenses y lideró algunas instituciones internacionales. evitar las oportunidades de trabajar con Cuba.
Ni siquiera la sección de intereses de Cuba en Washington, el puesto avanzado que desempeña algunas funciones de una embajada, podría obtener una cuenta bancaria ya que las instituciones financieras temen violar las sanciones del Departamento del Tesoro por hacer negocios con un estado en la lista de terrorismo y entrar en conflicto con el comercio embargo.
Cuba permanecerá en la lista durante al menos otros 45 días, durante los cuales se revisará el plan. También existe la posibilidad de que, durante esta ventana, la Cámara de Representantes y el Senado puedan formar una resolución conjunta para bloquear la eliminación.