Ser víctima del racismo está asociado con una serie de problemas físicos y mentales, y ahora, al parecer, esa forma de discriminación también puede estar implicada en hacer que las personas envejezcan más rápido. Un nuevo estudio encontró que las víctimas en el extremo receptor del racismo repetido, y que internalizaron los sentimientos negativos sobre su propio color de piel, tienen telómeros más cortos, las tapas de ADN que se acortan con el tiempo y están vinculadas al proceso de envejecimiento.
contenido relacionado
- Encuesta halla que el racismo perjudica la salud de los niños
Los investigadores se centraron específicamente en hombres negros de entre 30 y 50 años. Reclutaron a 92 sujetos que vivían en San Francisco. Los hombres respondieron preguntas sobre el racismo que habían experimentado en sus vidas y también tomaron una prueba de "asociación implícita" que estaba destinada a desentrañar sus sentimientos subconscientes sobre su raza, informa Pacific Standard . Solo seis de los hombres dijeron que nunca habían experimentado el racismo, mientras que más del 85 por ciento dijeron que habían experimentado el racismo a manos de la policía o el sistema legal. La mayoría se sintió positiva acerca de ser negro, pero el 37 por ciento sufría de un "sesgo anti-negro", dice Pacific Standard .
El equipo controló la edad, los antecedentes y la salud y descubrió que aquellos que se sentían mal por ser negros tenían los telómeros más cortos. Descubrieron que ser una víctima del racismo no tenía un impacto en la longitud de los telómeros; más bien, eran los sentimientos negativos en sí mismos los que estaban relacionados con los telómeros erosionados. "Los hombres afroamericanos que tienen opiniones más positivas de su grupo racial pueden verse afectados por el impacto negativo de la discriminación racial", dijeron los autores en un comunicado. "Por el contrario, aquellos que han internalizado un sesgo anti-negro pueden ser menos capaces de hacer frente a las experiencias racistas, lo que puede generar un mayor estrés y telómeros más cortos".
Este estudio aporta más evidencia a la creencia científica de que las "toxinas sociales" como el racismo tienen un impacto muy real en la vida y la salud de las personas, escriben los investigadores. Su conclusión: "Nuestros hallazgos sugieren que el racismo literalmente envejece a las personas".
Más de Smithsonian.com:
Blanqueo o uso justo: retratar la carrera en el cine
Los estadounidenses que tienen ideas estereotipadas sobre raza y violencia tienden a poseer más armas