Hoy, martes 16 de octubre, se cumple el 50 aniversario del inicio de la crisis de los misiles cubanos de 13 días. Con la Unión Soviética y Cuba aliadas por un lado y los Estados Unidos por el otro, la crisis se destacó como un momento crítico en la Guerra Fría. Dino Brugioni, ahora de 91 años, ayudó a fundar el Centro Nacional de Interpretación Fotográfica de la CIA y encuestó fotografías tomadas del paisaje cubano, buscando evidencia de producción de misiles. Brugioni estará en el Centro Udvar-Hazy el 19 de octubre para hablar sobre su experiencia analizando fotografías durante la crisis.
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La escritora de la revista Smithsonian Megan Gambino visitó a Brugioni en su casa en Virginia para analizar algunas de las fotografías con él. Gambino escribe sobre cómo se usaron las imágenes de reconocimiento:
En el pico de la crisis, Brugioni y otros intérpretes de fotografía revisaban de 30 a 40 rollos de película por día. Estaban familiarizados con los campos de caña de azúcar de Cuba, la tierra del rancho, los ferrocarriles y los diamantes de béisbol, por lo que se destacaron las tiendas soviéticas y los remolques de misiles. Los analistas también fueron entrenados para detectar ciertas "firmas" o patrones hechos por el hombre en la tierra indicativos de sitios de misiles.
La fotografía aérea permitió a Brugioni y su equipo identificar con precisión la amenaza soviética y planificar contraataques. Después de un tenso enfrentamiento, la crisis se resolvió mediante una combinación de negociaciones públicas y privadas entre el presidente Kennedy y Jruschov, pero se destaca como un momento tenue en la historia de los Estados Unidos.
"Fue un período de tiempo tan largo, tantos días de incertidumbre", recuerda Dorothy Cochrane, curadora del Museo del Aire y el Espacio.
Muchas de las imágenes que Brugioni analizó se encuentran ahora en el Museo del Aire y el Espacio, complementando su colección de artefactos de la era de la Guerra Fría. El museo también tiene el mismo modelo de cámara que tomó fotografías de reconocimiento similares sobre la Unión Soviética, así como el avión U-2 de esa misión. Los aviones U-2 se usaron para fotografía de alto nivel y sirvieron como la fase inicial de recopilación de inteligencia. Desde esa altitud, Brugioni pudo determinar que Cuba tenía misiles con un alcance capaz de atacar a los Estados Unidos. Después del análisis, se enviaron aviones de bajo nivel para recoger imágenes más detalladas.
"Cuando piensas en estos tipos volando a ese nivel, puedes imaginar todo el escenario de disparar sobre esta área, sabiendo la información crítica que se supone que debes obtener y lo importante que es", dice Cochrane.
Cochrane explica: "La fotografía aérea desempeñó un papel fundamental para determinar que los soviéticos no solo habían instalado misiles nucleares, o estaban trayendo misiles nucleares y almacenándolos en Cuba, sino que también se estaban preparando para lanzarlos". Fueron imágenes del aviones de bajo nivel que permitieron a Brugioni identificar lanzadores de misiles operativos.
Un traje de vuelo de uno de los pilotos que formó parte de la misión de bajo nivel también fue adquirido recientemente y será donado en una ceremonia el 23 de octubre. Por su papel en la operación, el comandante William Ecker fue condecorado personalmente por el presidente Kennedy. También se desempeñó como docente en el Museo del Aire y el Espacio durante los años setenta y ochenta, convirtiendo el regalo de su traje de vuelo en una especie de regreso a casa.
Brugioni estará en el Centro Steven F. Udvar-Hazy en Chantilly, Virginia, el 19 de octubre para presentar "Eyeball to Eyeball: The Inside (Photographic) Story of the Cuban Missile Crisis".
Echa un vistazo a las fotografías comentadas que Brugioni le mostró a Gambino durante su visita.
Mientras tanto, Michael Dobbs encontró fotografías inéditas que revelan lagunas en la inteligencia estadounidense. Lea más sobre lo que descubrió.