La milicia extremista sunita ha atrapado hasta 200, 000 personas en las montañas yermas que rodean a Sinjar, una ciudad en el noroeste de Irak. La milicia se hizo cargo de la región el domingo, y la situación ha empeorado desde entonces. Incapaces de llegar a los refugiados con suministros, los trabajadores de ayuda humanitaria han recibido noticias de que las personas, especialmente los niños, ya han comenzado a morir por deshidratación y exposición, informa Time.
Los militantes son parte de un grupo fundamentalista llamado Estado Islámico (también se lo conoce en los medios como ISIS o ISIL), que tomó el control de grandes partes del noroeste y norte de Irak a principios de este verano. Como Time escribe, los miembros del grupo son infames por su "odio a cualquier grupo que no cumpla con su interpretación fundamentalista del Islam sunita". Muchos de los refugiados atrapados en las montañas pertenecen a un grupo minoritario llamado Yazidi. Tradicionalmente practican una religión similar al zoroastrismo, que el Estado Islámico equipara con la "adoración al diablo".
La milicia controla las carreteras, por lo que llegar a los refugiados por tierra no es una opción. Las gotas de aire podrían entregar agua y alimentos, pero como señala Time, eso requeriría la ayuda de la Fuerza Aérea Iraquí. Las Naciones Unidas han pedido al gobierno iraquí que dé un paso adelante, pero como un experto de Amnistía Internacional le dijo a Time: "Pasarán unos días más antes de que las cosas se unan en una respuesta más coordinada".
Mientras tanto, UNICEF ha informado que al menos 40 niños han muerto en las montañas, y 25, 000 más pueden sucumbir a ese mismo destino si la ayuda no llega.