La sonda MErcury Surface, Space ENVironment, GEochemistry y Ranging de la NASA, probablemente lo conozca como Messenger, se ha fortalecido desde su lanzamiento en 2004. Ha recorrido más de ocho mil millones de millas y ha recopilado cientos de miles de imágenes, junto con otros datos eso ha cambiado la forma en que los científicos piensan sobre Mercurio. Ahora, los días de la nave están contados: se está quedando sin propulsor y se espera que choque pronto con la superficie del planeta.
En un comunicado, la NASA señala que después de cinco maniobras destinadas a retrasar el impacto de la sonda en Mercurio, el equipo "finalmente declarará la nave espacial sin propulsor". Sin gas y con el empuje gravitacional del sol, Messenger se estrellará contra La atmósfera del planeta a más de 8, 750 millas por hora. Será un final espectacular para la nave, que viajó durante más de seis años antes de llegar a su destino.
Con los años, la nave ha orbitado Mercurio más de 4.000 veces. Su misión fue tan exitosa que se extendió dos veces. Pero después de más de 1.400 días en órbita, es hora de dejarlo. El equipo estima que la misión se oscurecerá en algún momento el 30 de abril.
Para John Grunsfeld, administrador asociado de la Dirección de Misión Científica en la sede de la NASA en Washington, es menos un final que un comienzo. "Si bien las operaciones de naves espaciales terminarán, estamos celebrando MESSENGER como algo más que una misión exitosa", dijo en un comunicado. "Es el comienzo de un viaje más largo para analizar los datos que revelan todos los misterios científicos de Mercurio".