Miles de albaneses viven actualmente en aislamiento, confinados en sus hogares por temor a ser asesinados en enfrentamientos de sangre. La tradición tiene sus raíces en un código de conducta del siglo XV llamado Kanun, que fue revivido después de la caída del comunismo en 1990. Un fotógrafo francés llamado Guillaume Herbaut viajó al norte de Albania para documentar la vida de las personas escondidas. "Viven con una ley más fuerte que su destino", dice Herbaut. "Para ellos, el tiempo se detiene".