A pesar de ser uno de los libros más notorios del mundo, Mein Kampf no es exactamente conocido como uno de los más coherentes o legibles. John F. Ptak de JF Ptak Science Books informa que un intento de reducir el libro a un tamaño fácilmente digerible condujo a una situación legal extraña: una demanda presentada por Houghton Mifflin en nombre del éxito de ventas de Adolf Hitler.
En 1939, Hitler ya había estado en el poder en Alemania durante seis años y estaba ganando una reputación por su brutal subyugación de la población judía de Alemania y su hambre de imperio. No obstante, algunos en Estados Unidos todavía lo consideraban un chiflado o un político cómico exagerado. En una entrevista para The Atlantic, el autor Andrew Nagorski señaló que, aunque muchos periodistas hicieron advertencias sobre los planes a largo plazo del dictador, otros periodistas minimizaron su seriedad en la prensa estadounidense.
No obstante, escribe Ptak, las editoriales estadounidenses se apresuraron a obtener derechos sobre el manifiesto de Hitler, Mein Kampf, en la década de 1930. Señala que Houghton Mifflin lanzó las 270, 000 palabras del libro (eso es aproximadamente 1, 080 páginas manuscritas). Cuando un editor rival, Noram Publishing Company, lanzó una edición sensacionalista del libro de 32 páginas completa con mapas y comentarios, escribe Ptak, Houghton Mifflin demandó para proteger sus derechos.
En última instancia, escribe Ptak, Houghton Mifflin prevaleció en la corte y los editores rivales de Mein Kampf tuvieron que destruir 500, 000 copias del libro resumido. En un ensayo sobre la historia de publicación del libro, el historiador Dan Stone escribe que Houghton Mifflin también defendió su derecho de autor estadounidense en otras demandas, pero prometió que donarían todas las ganancias a los refugiados alemanes.
Este año, el libro, prohibido durante años en Alemania, volverá a levantar su cabeza fea a medida que expire su copyright. En enero de 2016, se publicará en Alemania una controvertida edición crítica del libro.