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La evolución de la orquídea y la abeja orquídea

Cuando los científicos profundizan en los estudios de la coevolución de las plantas y sus polinizadores, tienen un problema de huevo / gallina, ¿cuál evolucionó primero, la planta o su polinizador? Las orquídeas y las abejas orquídeas son un ejemplo clásico de esta relación. Las flores dependen de las abejas para polinizarlas para que puedan reproducirse y, a cambio, las abejas obtienen compuestos de fragancias que usan durante las exhibiciones de cortejo (más bien como la colonia para atraer a las abejas). Y los investigadores pensaron que co-evolucionaron, cada especie cambiando un poco, de un lado a otro, con el tiempo.

Pero un nuevo estudio en Science descubrió que la relación no es tan igual como se pensaba. Los biólogos reconstruyeron la compleja historia evolutiva de las plantas y sus polinizadores, descubriendo qué abejas polinizaron qué especies de orquídeas y analizando los compuestos recolectados por las abejas. Parece que las orquídeas necesitan las abejas más que las abejas necesitan las flores: los compuestos producidos por las orquídeas son solo alrededor del 10 por ciento de los compuestos recogidos por las abejas. Las abejas recolectan mucho más de su "colonia" de otras fuentes, como resina de árboles, hongos y hojas.

Y fueron las abejas las que evolucionaron primero, encontraron los investigadores, al menos 12 millones de años antes que las orquídeas. "Las abejas evolucionaron mucho antes e independientemente, lo que las orquídeas parecen haber estado alcanzando", dice el autor principal del estudio, Santiago Ramírez, un post-doctorado en la Universidad de California en Berkeley. Y a medida que las abejas desarrollan nuevas preferencias para estos compuestos químicos, las orquídeas siguen, desarrollando nuevos compuestos para atraer a sus polinizadores de abejas.

Pero este estudio es más que una mirada interesante a la evolución de dos grupos de organismos. Los investigadores señalan que en el contexto de la disminución actual de las poblaciones de abejas en todo el mundo, su investigación tiene implicaciones inquietantes sobre lo que esa disminución podría significar para las plantas. "Muchas de estas orquídeas no producen ningún otro tipo de recompensa, como el néctar, que atraería a otras especies de polinizadores de abejas", señala Ramírez. "Si pierde una especie de abeja, podría perder de tres a cuatro especies de orquídeas".

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